Opinión | El pataleo

Josep Pedrerol

La amenaza de Arabia Saudí

Gabri Veiga.

Gabri Veiga.

Empezó siendo una escapada ideal para futbolistas con los sueños cumplidos, las piernas cansadas y los bolsillos dispuestos. Dinero jugoso para un retiro millonario de dos o tres años en una liga muy menor, clandestina en Europa y perfecta para despejar la cabeza de la presión por ganar y rendir dos veces por semana. Cristiano abrió el camino y eso ayudó a que otros dieran el paso, a que se viera con otros ojos una Liga y, sobre todo, una cultura muy diferentes. Arabia Saudí, como antes Catar o en su día Estados Unidos (Pelé, Beckenbauer, Best…), empezó viéndose como un cementerio de elefantes, pero poco a poco todo ha cambiado. La llegada de Benzema, aún a un gran nivel, se entendió porque ya lo había dado todo en el Real Madrid. Las alarmas aún no se habían encendido. Pero a Karim, o a Neymar, en situación similar, le han seguido futbolistas de buen nivel que aún no habían exprimido su carrera en Europa (Mahrez, Kessié, Mané, Henderson…). La FIFA se mantiene al margen y la UEFA también. ¿A qué esperan? Nuestro mercado cierra el viernes y el de Arabia Saudí aún no. Es decir, cuando ya no puedan reforzarse los clubes españoles, puede llegar un equipo de Arabia y llevarse a tres estrellas de cualquier equipo. Es demencial. Y peligroso.

Pero, sin duda, lo que ha generado mayor incertidumbre y desasosiego ha sido el fichaje de Gabri Veiga. Su marcha ha roto todos los esquemas, nadie lo esperaba ni lo vio venir. Con solo una temporada en la élite, y 20 años, le van a pagar quince millones por temporada. ¿Quién puede decir no a esas cifras? ¿Quién se puede resistir? Nadie. O casi, aún hay románticos que prefieren el fútbol del viejo continente, la gloria de la Champions, la pasión de los aficionados de toda la vida. El joven jugador gallego toma el camino inverso a las estrellas más o menos veteranas, primero el dinero y después el fútbol. No siempre hay una segunda oportunidad.

Apuntes

  • Alonso roza lo imposible. Ganar a Verstappen nunca estuvo tan cerca como ayer. La conducción de Fernando bajo la lluvia fue extraordinaria, épica por momentos. La leyenda, más viva que nunca.
  • Lamine Yamal, talento infinito. Exhibición del adolescente del Barça en La Cerámica. Calidad y desparpajo para dar la razón a Xavi en su arriesgada apuesta.
  • Bellingham, el fichaje del año. El inglés se ha destapado como un goleador y un líder. Golea, juega, trabaja, tiene gancho con la afición y todo el futuro por delante.
  • El Sevilla se hunde. Por segunda temporada consecutiva, el equipo andaluz ha comenzado de forma horrible. Aún no ha sumado puntos. Mendilibar tiene que reaccionar.