Opinión | la rueda

Negociar a lo tonto

«Los sindicatos no avanzarán en la reforma de pensiones si Escrivá no asegura apoyo parlamentario y de la UE»

La negociación del ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, con los agentes sociales para avanzar en la última parte de la reforma de las pensiones comprometida con la Comisión Europea está varada. Desde diciembre, no ha vuelto a haber ninguna nueva reunión formal. El tiempo se quedó detenido después de que Escrivá pusiera sobre la mesa sus propuestas para alargar de 25 a 30 años el periodo de cálculo de la pensión (descontado los dos años peores para el trabajador) y para elevar las bases máximas de cotización.

Llegados a este punto, los empresarios optaron por borrarse de una negociación que les iba a acabar costando cara. Los sindicatos, por su parte, decidieron no seguir avanzado más en la negociación si Escrivá no progresaba antes en lograr los apoyos parlamentarios para su reforma y la aquiescencia de Bruselas. Y es que es muy difícil que Bruselas acepte que las reformas que ahora están sobre la mesa vayan a servir para compensar la decisión del Gobierno de Sánchez de derogar las medidas que había impulsado el PP y que suponían recortar el poder adquisitivo de las pensiones de hoy y reducir las prestaciones de los jubilados de mañana. Para atender el compromiso con Bruselas de garantizar la sostenibilidad del sistema y poder solicitar, así, un nuevo tramo de 10.000 millones de los fondos europeos, Escrivá debería poner sobre la mesa, o bien recortes, o bien más ingresos por cotizaciones. Se ha filtrado a algunos medios que la intención de Escrivá es aplicar un recargo en la cotización de los sueldos más altos. Pero, de momento, la idea parece viajar por la troposfera como un simple globo sonda.

La patronal, por supuesto, no aceptará tal subida de sus costes laborales. Y los sindicatos, de momento, prefieren no prestar su apoyo solitario. Quieren tener la certeza de que la reforma que se acuerde va a tener apoyo suficiente en el Parlamento y en Bruselas. «Y no negociar a lo tonto», resolvió de forma gráfica el secretario general de CCOO, Unai Sordo, el pasado jueves.

*Periodista

Suscríbete para seguir leyendo