La langosta se cuece durante 15 minutos en agua hirviendo y sal. En el mismo recipiente se echan los langostinos tres minutos antes de retirar la langosta. Una vez cocida la langosta, se deja enfriar, se extrae la carne —del cuerpo y de las patas— y se desmenuza. Los langostinos se reservan enteros.
Aparte, se prepara una salsa bechamel con la mantequilla, la leche, la harina y un poco de sal. Se deja cocer durante 15 minutos, a continuación se incorpora la carne de langosta, cuatro yemas de huevo y una trufa picada muy menuda. Se remueve y se agregan las claras batidas a punto de nieve.
Todo ello se vierte en un molde engrasado, se espolvorea con el queso rallado y se introduce en el horno, a 220 grados, durante 35 minutos. Ya cocido el soufflé, se adorna con la otra trufa picada y los langostinos pelados.