El verano ya está aquí y, con él, las altas temperaturas. En una ciudad como Córdoba, vivir durante dos meses y medio con alrededor de 40 grados modifica la dieta, el tipo de comida que apetece. Así, se imponen comidas más ligeras para almorzar, prescindiendo de guisos muy elaborados y apostando por platos fríos con más sabor, frescos y no exentos de nutrientes sanos.
En este contexto es en el que toman especial relevancia las ensaladas, un tipo de comida ideal para esta fecha del año y cuya variedad permite alternar varios tipos tan diferentes entre sí que abren completamente el paladar a gustos exquisitos y rompedores.
Cinco ensaladas para disfrutar en verano
1) Ensalada de pasta
Nada mejor después de darse un chapuzón en la piscina o antes de regresar a la playa que una rica ensalada de pasta. La receta es bien sencilla: lechuga, tomate, pimiento, atún, cebolla picada y un par de puñados generosos de pasta por cada comensal.
La lista de ingredientes puede ser enorme con la ensalada de pasta pero, ante todo, hay que valorar un límite para evitar que la ingesta calórica sea demasiado elevada. La pasta permite comer un hidrato de absorción rápida que contrasta con el resto de ingredientes de verduras y con el atún, que añade el punto de proteínas necesario para que este plato triunfe cada vez que sube el termómetro. Y, obviamente, sazonando y aliñando al gusto.
2) El arroz, un punto rebelde
Si la ensalada de pasta es la reina de los almuerzos veraniegos, la ensalada de arroz no le va a la zaga. La combinación de ingredientes puede ser similar a la primera, aunque añadiendo siempre maíz, que combina a la perfección con el arroz. Se puede elegir un grano natural, o bien apostar por uno integral que, además de tener un sabor más marcado, permite su ingesta para personas con dietas más restrictivas. Para aquellos menos preocupados por la dieta del bikini, pueden sustituir el habitual de aceite, vinagre, sal y pimienta por un toque de salsa rosa que hará que los más pequeños no quieran perderse esta comida, mínimo, una vez a la semana.
3) Ensalada de lentejas, opción vegana
Una opción vegana para sustituir el atún y mantener aún así un tipo de ensalada ideal por su alto contenido de nutrientes es la ensalada de lentejas. La receta en este caso puede ser muy sencilla: cebolla, pimientos rojos y verdes (por aquello de darle colorido también, usando ambos tonos), maíz y cilantro. Este último añade un sabor muy especial que combina a la perfección con las lentejas. ¡De rechupete!
4) Ensalada de quinoa para revolucionar el paladar
La ensalada de quinoa es la gran desconocida de la dieta española. La quinoa es un cereal con enormes propiedades nutricionales y que se ha puesto muy de moda en los últimos años.
Pero es que su combinación en ensaladas, ya sea añadiendo lechuga o como ingrediente principal, permite experimentar con nuevos sabores y romper la monotonía de la "lechuga y algo más" que generalmente se impone en el recetario de ensaladas.
5) Que no se pierda la ensalada mixta
Aunque, con tanto cambio y propuesta reformista, hay que reconocer que volver a los clásicos permite aferrarse a esquemas seguros. Y eso, en gastronomía, es un valor añadido. Por ello, es importante mencionar la ensalada mixta, que sigue siendo la opción mayoritaria cuando se sale de bares y restaurantes. También, la ensalada que todo hijo de vecino come cuando vuelve a casa de los padres o cuando acude con ellos al apartamento de la playa. En todo caso, es importante precisar: nada de experimentos aquí. Lechuga, tomate, atún, pimiento y, en todo caso, ralladura de zanahoria.
¡Qué aproveche!
