Si una, aparentemente, sencilla receta de crema de tomate tiene su Día Internacional (el 24d e abril)y se identifica automáticamente con una ciudad, por algo será. Hablamos del salmorejo y hablar de salmorejo es hablar de Córdoba. No en vano, estamos ante el que para muchos el plato más representativo de la gastronomía cordobesa, conocido nacional e internacionalmente.

La forma de prepararlo, pese a ser una receta relativamente básica, acepta muchas variaciones y maneras innovadoras de presentarlo. No obstante, si quieres disfrutar del salmorejo cordobés típico, te traemos la receta clásica y que nunca falla.

El salmorejo, uno de los iconos del verano

El verano es época de comidas ligeras y fresquitas. Y es que no apetece comerse un cocido de garbanzos o un guiso de cordero cuando fuera el termómetro marca 40 grados. Por eso, nunca está de más acumular recetas para comer variado y saludable y no recurrir siempre a la típica ensalada mixta.

Dos de las mejores opciones vienen directas del sur: el gazpacho y el salmorejo. Mientras que el primero se toma casi como una bebida acompañando otros platos, el segundo sí es en sí mismo un plato más completo. Porque además del tomate, lleva pan y se acompaña de huevo duro y jamón ibérico.

Imagen de dos platos de salmorejo EFE

Sin embargo, no es fácil hacer el salmorejo cordobés perfecto. Aunque en cada casa hay un truco, aquí va una receta infalible, rápida y sencilla.

Ingredientes

  • Un kilo de tomates maduros
  • 200 gramos de pan duro
  • 150 ml de aceite de oliva
  • Un diente de ajo
  • Un huevo
  • Taquitos de jamón ibérico
  • Sal al gusto

Elaboración del salmorejo más grande del mundo. CASAVI

Preparación

  • Pelar los tomates y cortar en trozos grandes. Triturar con ayuda de una batidora.
  • Colar para retirar cualquier pepita o rastro de piel que haya podido quedar.
  • Añadir el pan en cachos pequeños y dejar reposar unos 15 minutos. Una vez haya ablandado, triturar con la batidora.
  • Añadir el ajo pelado, el aceite y la sal y volver a triturar.
  • Dejar reposar un par de horas en la nevera.
  • Quince minutos antes de consumir, cocer el huevo y cortar en trozos pequeños.
  • Servir el salmorejo y decorar con el huevo, el jamón y un chorro de aceite de oliva.