Cristina Muñoz contiene la respiración mientras su madre le sube la cremallera del traje. Exhala un suspiro y se deleita con la belleza de su hija. Flor, peineta, mantón y zarcillos. Termina de pintarse con carmín frente al espejo. Aprieta los labios y los separa con fuerza. Se mira. Se sonríe. Se gusta.

Y es que es evidente lo que una mujer gana vestida de gitana, remarcando las curvas femeninas y alzando las voluptuosidades. Pero la exageración de los faralaes queda viuda sin los accesorios. De eso saben mucho Paqui Reyes y Rafi Castro, de Complementos Abril, dedicadas a adornar trajes y mujeres para resaltar de la belleza de unos y otras con abanicos, zapatos, bolsos y todo lo que una dama pueda acarrear tanto para la Feria como para otros eventos sociales de gran calado. Comenzaron la temporada de moda flamenca a finales de febrero y ya están a punto de darla por terminada, aunque aún tienen mucho por vender en romerías y ferias de la provincia.

"Este año se ha dejado notar, como en casi todo, la crisis", comenta Paqui, "pero nos hemos adaptado a la coyuntura y la gente viene ya con su presupuesto". Tal es el caso de Pilar Ruiz Córdoba quien dice que este año no se ha podido comprar un traje nuevo y que, normalmente, se los hace un modista de su pueblo, Doña Mencía. "Es que entre el vestido de flamenca y los complementos se me van 500 euros porque ya que te pones buscas las cosas más bonitas y son tremendamente caras", asegura la joven con traje rojo y flor azul, a juego con sus amigas. En este sentido, las especialistas recuerdan que "lo más importante es el pendiente, la peineta y la flor, es el kit básico", dice Rafi, "y a eso ya le puedes añadir anillos, pulseras, mantilla y lo que quieras. No es que sea caro, pero vale dinero". De ahí que en los establecimientos chinos también se pueda adquirir alguno de estos complementos pero, evidentemente, sin ningún tipo de calidad o diseño. "Los colores de moda de este año han sido el coral y el azul aguamar. En la medida de las posibilidades de cada uno se sigue la tendencia de la moda pero mucha gente ha optado por repetir traje y cambiar los complementos", señalan. Otras más afortunadas sí que han optado por traje nuevo, como Lourdes Pistón, cuyo vestido fue diseñado por Rafaela Regidor.

Aunque sigue siendo un reto exportar la moda flamenca, a los turistas que pasan por la ciudad les gusta llevarse algún complemento a su tierra. Y en casa cada vez tiene más acogida ya que se ha notado en la última década un incremento en la tendencia de ir vestida de faralaes a la Feria, desde bebés hasta señoras ya mayores. Además señalan que "en Córdoba, aunque gastamos menos que en otras grandes ferias, hay mucha calidad y nos arreglamos mucho y muy bien".

Por último, Paqui y Rafi señalan un par de consejos más o menos viables. Lo primero es que un traje de gitana luce mucho más con unos buenos tacones que con una cuña de esparto "pero a ver quién es la valiente que se mete en El Arenal con una aguja". Y las gafas de sol no son un complemento del traje flamenco, ni tampoco los luminosos que se venden en la Feria. Por lo demás, que cada una se ponga como más guapa se vea y ¡a bailar por sevillanas! Y a ver si el año que viene hay traje nuevo para más gitanas.