MEMORIA DEL PASADO

La Feria de Córdoba se hace espectáculo

La actuación estrella fue la reaparición en su tierra, tras cuatro años de silencio, de Medina Azahara, que hizo vibrar

Concierto durante la Feria de Córdoba 1993 en La Victoria.

Concierto durante la Feria de Córdoba 1993 en La Victoria. / Francisco González

Francisco Solano Márquez

Francisco Solano Márquez

La cartelera se vistió de feria. En el Gran Teatro, ya municipal, la compañía de José Tamayo trajo, como aperitivo, su Antología de la zarzuela andaluza, espectáculo lírico al que siguió el vodevil El visón volador, por la compañía de Pepe Rubio. La feria la completó con la Antología del bolero, que lo llenó «de ritmos apasionados y nostálgicos», como escribía Rosa Luque; un espectáculo montado en Cuba por Ángel F. Montesinos, con doce cantantes, bailarines y orquesta. Por su parte, el Teatro Góngora programó a la compañía de revistas de Juanito Navarro, que trajo ¡Con la risa… ya no hay crisis! Por entonces eran habituales las funciones dobles, pero Juanito explotó a su elenco con una tercera función el sábado ¡a las 2 de la madrugada!  

La música pop y el rock tenían su escenario en un Teatro de la Axerquía, heredero del Teatro Municipal al Aire Libre, inaugurado en 1976. Rosario presentó allí su disco De ley, a 1.500 pelas la entrada, y «cada carrera por el escenario era material inflamable», como escribió Ángel Vázquez. Le siguieron Los Manolos, que transformaban en rumbas los éxitos de los Beatles. Pero el espectáculo estrella fue la reaparición en su tierra, tras cuatro años de silencio, de Medina Azahara, que hicieron vibrar y cantar a los 4.500 espectadores con las canciones de su último LP Sin tiempo. «El teatro entero cantaba, bailaba y alucinaba con la música viva, rotunda, fuerte pero también sensual, tierna y humana de unos viejos rockeros», escribía Ana Romero.

Cartel de la Feria de Nuestra Señora de la Salud de 1993, de Luis Celorio.

Cartel de la Feria de Nuestra Señora de la Salud de 1993, de Luis Celorio. / CÓRDOBA

Caseta Municipal

La Caseta Municipal había abierto sus puertas al pueblo cuando llegó la democracia al Ayuntamiento, dejando así de ser un coto cerrado. Permanecía instalada en el viejo quiosco de la música, convenientemente ampliado, y ofrecía espectáculos para todos los públicos. Entre los artistas que desfilaron por su tablado estuvieron Los de Sierra Morena, los grupos rocieros Raíces del Sur, Sentimiento Cordobés, A Compás y Romero y Jara; las canzonetistas Beatriz Molina, Gloria María y Raquel Soto; las orquestas Brandy, Sensación, Arco Iris y Libertad Show; La Banda Sureña, Los Charros de España y los solistas Salako de Córdoba y Caco Senante. La debutante Caseta de la Juventud acogió durante la feria la primera fase de la X Muestra Pop-Rockera, con participación de ocho grupos de los cincuenta inscritos. 

Aquel año 93 alzó su carpa al final de la avenida Medina Azahara el Circo Mundial, que anunciaba «200 artistas y animales», sin distinguir, entre éstos, diez tigres de Bengala. Aún no había suficiente conciencia de maltrato animal. 

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