Huellas, arte y respeto

Las huellas del Arte. Así se titula una obra de teatro que niños y niñas de 5 años del colegio Al-Ándalus de Córdoba están representando en otros centros escolares. Este curso lo han representando para dos colegios de la provincia: el CEIP Poeta Molleja, de Villa del Río, y el CEIP José María Pemán, de Puente Genil. «Estamos agradecidos a las maestras Lucía Recio Castro y Ester Lozano Gómez, respectivamente, por haber hecho posible estas visitas», comenta Carmen Gómez Sousa, docente del Al-Andalus y creadora de la obra.

En Villa del Río hicieron la representaron en noviembre, en el Teatro Olimpia. En Puente Genil, este final de enero, en el Teatro Circo. En ambos municipios, el público quedó emocionado por la interpretación y diálogos de estos escolares de Infantil. «Nuestras pequeñas y pequeños actores se crecen sobre el escenario, sorprende su desparpajo, su saber estar, su capacidad de memoria, dicción y, en especial, su ayuda mutua», detalla Gómez.

La obra, escrita y dirigida por esta maestra de Infantil del Al-Andalus es un alegato contra el bullying. Y, para la puesta en escena, han colaborado familias del centro, pieza imprescindible para materializar el proyecto.

Estreno en 2017

El estreno de Las huellas del Arte se remonta a 2017 y se representó hasta 2018 en distintos lugares: hospital Reina Sofía (aula hospitalaria); sede de la ONCE (para su propio colegio y para la asociación de autismo); Facultad de Ciencias de la Educación y Centro de Magisterio del Sagrado Corazón (para futuros docentes de Infantil); y también en Pedro Abad, para el alumnado del IES Sácilis.

El grupo de teatro se llama Maravillas y los actuales escolares de Infantil han repetido las actuaciones de la anterior promoción. Las interpretaciones de cada una de ellas la han visto más de 1.000 personas. «Mil gracias por el apoyo recibido y por hacer posible este maravilloso proyecto». La obra comienza con un vídeo de animación dibujado por el ilustrador Alberto Lozano, que refleja varias situaciones de acoso que sufre el protagonista, un niño sensible a la pintura que está acompañado por su inseparable amiga. La pieza teatral transcurre dentro de un museo en el que pintoras y pintores acuden mágicamente a ayudar al pequeño. «Artistas como Frida, María Blanchard, Van Gogh o Murillo ayudan, a través de sus experiencias de vida, a que nuestro protagonista supere la situación tan dramática que está viviendo».

Carmen explica que esta obra está dedicada a sus padres, Manolo y Pepa, que regentaban el bar Manolo de Ciudad Jardín, famoso por sus caracoles. «Era un local repleto de cuadros pintados por Manuel y con deliciosas comidas cocinadas por Pepa. Cada representación es un homenaje a ellos, parte de la generación de posguerra, luchadora y valiente». Carmen y el grupo Maravillas agradecen la magnífica acogida en todos sus destinos, donde los escolares han comprendido la trama de la obra y la importancia del respeto, ayuda y cuidado a los compañeros y compañeras.

«Después de tantas representaciones, me ha dejado llena de esa energía inocente y positiva de los niños y niñas. A pesar de haberla trabajado y visto tanto, sigo emocionándome cuando los veo, en especial en los momentos en los que mis padres están más presentes». Gómez confiesa que sus «peques» han logrado atrapar el corazón del público, que se emociona y sorprende con los relatos de superación, las proyecciones o el extenso monólogo interpretado por un actor de 5 años.

«Esta experiencia les enriquece y aporta mucho a su desarrollo integral, además del trabajo en equipo y la colaboración que demuestran», concluye.

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