Los centros escolares cuidan la salud a través de la innovación educativa

Los centros escolares de la provincia de Córdoba están cuidando la salud, en el presente 2023-2024, a través de la innovación educativa. Se trata del primer curso en el que se está desarrollando el Programa para la Innovación y la Mejora del Aprendizaje (CIMA) y en él están participando más de dos centenares de colegios e institutos.

Esta herramienta pedagógica para impulsar la innovación y la transformación del denominado Proyecto Educativo (PE), cuenta a su vez con un centro de interés enfocado para la transformación hacia entornos más sostenibles y saludables y diversas líneas de actuación al respecto.

En concreto, los centros escolares se están volcando en la promoción de los hábitos de vida saludable mediante acciones concretas, creativas e innovadoras, relacionadas con la inteligencia emocional, la alimentación saludable, la actividad física y deporte, sueño saludable y autocuidado, educación afectivo-sexual, higiene digital, educación vial y ocio saludable (para la prevención del consumo de sustancias adictivas).

"La gran novedad es que las actividades y planes se desarrollan con una perspectiva salutogénica"

«La principal novedad es que todos los planes y actividades se confeccionan desde una perspectiva salutogénica, es decir, en todo lo que genera salud. Y teniendo en cuenta que el primer activo en salud es el propio alumno o alumna, para lo cual tenemos que conseguir que el alumnado sea consciente de ello», especifica Antonio Páez, coordinador del área de apoyo a función tutorial en la Delegación de Desarrollo Educativo y FP.

Amplio compromiso

Son 203 los centros involucrados en la promoción de entornos sostenibles y saludables, lo que supone el 99% del total de colegios e institutos inscritos en el CIMA.

Este amplio compromiso se traduce en que 71.422 estudiantes aprenden aspectos para mejorar su salud y su vida. Asimismo, 4.861 docentes forman parte de los proyectos que derivan de estas líneas de actuación.

Según Páez, estas cifras deberán ir creciendo en los próximos cursos, ya que éste es el primero de transición entre la anterior programación (que se venía trabajando desde el 2015-2016) y este nuevo enfoque para trabajar los hábitos de vida saludable. Otra de las novedades de este curso es que los centros, en adaptación a la Lomloe, trabajan a través de diferentes metodologías activas en busca de diseñar situaciones de aprendizaje. «Se organizan por proyectos, por investigación, por aprendizaje y servicio, por trabajo cooperativo y dan respuesta al ámbito del que hablamos», indica.

Además, se consolidan recursos potentes para la educación y promoción de la salud como la Asesoría Forma Joven, dirigida a jóvenes de centros educativos de Secundaria, o la original iniciativa de Mediadores en salud.