Fútbol | Tercera RFEF

El Salerm Puente Genil cambia el ritmo: Álvaro Cejudo, nuevo entrenador

El ex futbolista pontanés recoge el testigo de Juanmi Puentenueva en el banquillo rojinegro de cara al próximo ejercicio

Durante los últimos cursos ya había ejercido como vicepresidente y formaba parte de la gerencia de la entidad

Álvaro Cejudo junto a Francis Cabeza, presidente rojillo, hace tres cursos.

Álvaro Cejudo junto a Francis Cabeza, presidente rojillo, hace tres cursos. / SALERM PUENTE GENIL

Miguel Heredia

Miguel Heredia

Cambio de ritmo total en el Salerm Puente Genil, que ya ha desvelado el nombre de la piedra angular de su nuevo proyecto, concretamente desde el banquillo: Álvaro Cejudo (Puente Genil, 1984). El ex futbolista pontano, de esta forma, ha sido anunciado como el flamante técnico del cuadro rojinegro de cara a la próxima temporada 2024-2025 en el Grupo 10 de Tercera Federación, recogiendo el testigo de Juanmi Puentenueva -que ya anunció su adiós- en el área deportiva para reimpulsar la ambición de los del Estadio Manuel Polinario tras una campaña compleja, saldada con buena nota aunque a las puertas de la fase de ascenso. 

Los giros enrevesados del ejercicio, precisamente, han sido algunos de los argumentos que han acabado allanando el camino de Cejudo hasta la dirección de su Puente Genil natal, como respuesta a la actualidad del club y primer movimiento, a su vez, del mercado en una categoría todavía en pleno apogeo con la celebración de la fase de ascenso a Segunda RFEF, en la que dos ponentes provinciales como el Ciudad de Lucena y el CD Pozoblanco andan en busca de hacerse con la promoción. 

Un historial intachable

Si bien como entrenador no dispone una trayectoria demasiado extensa, habiéndose fogueado únicamente de la mano de las secciones en categoría juvenil del Huracán y el Aruca -disputó la Copa del Rey-, ambos de Las Palma de Gran Canaria, respectivamente, a nivel futbolístico cuenta con un expediente prácticamente intachable. Se formó en tierras pontanas, justo antes de dar el salto para completar su crecimiento en la estructura de cantera del Real Betis. Posteriormente también defendió los intereses del Ceuta, los de Las Palmas e igualmente del Osasuna, con el que debutó en Primera División y disputó cuatro temporadas al máximo nivel. 

Su buen hacer en El Sadar, en esa línea, le valió un billete de vuelta para el primer equipo bético años después, donde cuajó temporadas a gran nivel, siendo capital para el regreso heliopolitano a la máxima categoría tras su descenso producido en el curso 2013-2014. Otros dos ejercicios se mantuvo en el Benito Villamarín, antes de dar carpetazo a su carrera en el Racing de Santander -primero se embarcó en una aventura tan breve como exótica en el Western Sidney Wanderers australiano-, con el que logró un ascenso a Segunda, a pesar del descenso del año consecutivo en la 2019-2020, un curso antes de colgar las botas. 

De cara a la entidad rojilla, además, el pontano no es un miembro ajeno en la parcela institucional. Arrastraba tres temporadas ejerciendo como vicepresidente y dentro de la gerencia del club, por lo que su desembarco, a falta de presentación oficial -se espera en las próximas fechas-, se contempla como un revulsivo prácticamente inmediato.