Cómo Guardiola coronó en Europa a Stones y a la clase media para justificar cada libra gastada en el City

¿Que habría pasado si Romelu Lukaku no hubiera frustrado el disparo de DiMarco? ¿Y si Lautaro hubiera aprovechado el error de Akanji para acertar ante Ederson? Pues que hoy Pep Guardiola, en las resacas aceleradas, habría fracaso y con él todo el proyecto del City de Abu Dhabi. El resultadismo y la resistencia arroparon el trabajo del entrenador español, quien ante la imposibilidad de retorcer su planteamiento en el campo trabajó la psicología con Rodri o Stones, la clase media que ha elevado a lo más alto.

"Esta Champions da sentido a todo"

"Hoy hemos tenido la suerte que nos ha faltado otras veces", aseguraba un aliviado Guardiola con la satisfacción del trabajo hecho. "Esta Champions da sentido a todo", reconocía en una frase que escondía la injusticia del camino recorrido hasta la meta que nunca se valora. Ni siquiera en el caso del entrenador que ha cambiado la forma de ver el fútbol con un modelo que se ha repensado tantas veces como se ha encontrado un límite para frenar su dominio.

Aunque "el Barça es el Barça", como admitía emocionado Pep, la primera Copa de Europa con el Manchester City es su mejor obra. Porque detrás del relato del despilfarro se esconde un concienzudo trabajo de selección y entrenamiento individual con jugadores como John Stones, quien recaló en la estructura de los sky blues en 2016 por 55 millones de euros. Seguramente, el doble de su valor de mercado, pero cada libra queda justificada tras la exhibición ante el Inter.

Inversión estratégica de 1.240 millones

El central, mediocentro o lateral que ha moldeado Guardiola y que cumple con la máxima que pide el español: para jugar a sus órdenes, hay que saber hacerlo como mínimo en dos posiciones y saber tres idiomas. Sí, el Manchester City ha invertido 1.240 millones desde que el catalán aterrizó en 2017, pero es una cantidad inferior a la gastada, por ejemplo, por el Chelsea (1.620), un ejemplo contrario al de los 'citizen'. La inversión frente al despilfarro. No tan lejos del gasto en fichajes del Barça (1.280) o de la Juventus (1.270).

El de Stones es solo uno de los fichajes estratégicos, al que podrían sumarse otros como el de Rodri Hernández, por el que el Manchester City pagó 70 millones al Atlético en 2019; o Rubén Dias, incorporado del Benfica por 71 millones en 2020. Con el trabajo de Guardiola, todos estos jugadores acabarán valiendo más de lo que costaron. Salvo en el caso de Erling Haaland, el Manchester City no ha entrado en la guerra de cifras con fichajes mediáticos. El sobrecoste propio de cada operación ejecutada se ha pensado en todo momento desde la plusvalía que Guardiola puede generar.

Stones, como Alves, Lahm o Cancelo

La Champions ganada contra el Inter fue la certificación que pide el capitalismo futbolístico, donde los éxitos son el único modo de validar teorías como la que ha convertido a Stones en una de las grandes sensaciones de la temporada. Es una de las últimas grandes invenciones de Guardiola. En la temporada 2019/2020, en ese momento solo central, el internacional inglés se veía relegado a un plan secundario con las llegadas de Rúben Dias y Nathan Aké.

Pero las estructuras que plantea el entrenador español no son monolíticas. Stones entendió mejor que ninguno el pliego de demandas de Guardiola y se volvió autocrítico hasta la médula, cambiando su forma de entrenar y hasta la comida. Cuenta que dibujó una curva de aprendizaje que parecía inalcanzable. Sin embargo, la ha superado con creces, tutelado por un técnico que ha montado un jugador total, como ya hiciera con Dani Alves en el FC Barcelona, con Philip Lahm en el Bayern o con Joao Cancelo en el Manchester City.

Stones, el que más lloró en la final de 2021

Stones dejó de ser un mero central y se convirtió en central con salida, como en la 'masterclass' ante el Real Madrid. O en un lateral que rompe entre líneas, rol que permitió la supervivencia del Manchester City en la final. Su creatividad fue suficiente para demostrar que el cuadro inglés latía en un partido donde el Inter se manifestó con toda su contundencia. Stones fue el futbolista que más lloró la final de 2021 perdida ante el Chelsea y el que más celebró la triunfal ante el Inter.

"Esto es lo que nos faltaba. Estoy muy agradecido y feliz. Es un placer ser parte de este equipo y poder crear esta historia. Está claro que aún estoy aprendiendo, no creo que sea el mejor, pero lo he dejado todo", reflexionó tras alcanzar la gloria europea. "Antes, este tipo de partidos se comían un 'pelín' a John (Stones) y ahora es todo lo contrario", sentenciaba con orgullo Guardiola sobre la enésima de sus exitosas creaciones.