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El milagro de Espiel: un equipo de récords en Tercera RFEF

El Atlético Espeleño de Juan Carlos Quero firma una permanencia holgada con números para la historia tras una segunda vuelta formidable

Los futbolistas del Atlético Espeleño celebran un gol esta temporada.

Los futbolistas del Atlético Espeleño celebran un gol esta temporada. / RAFA SÁNCHEZ

Miguel Ángel Heredia

Un milagro a golpe de récord. Con la salvación en el bolsillo y el impulso de haberse llevado un derbi de honores, el Atlético Espeleño degusta las últimas horas del curso antes de la dulce despedida que le aguarda esta temporada en el Grupo 10 de Tercera RFEF, marcada por la exigencia de querer asegurarse la plaza más alta posible hasta el último suspiro, a la par que por el sosiego, tras dejar matemáticamente atada la permanencia en la categoría como broche a una de las campañas más brillantes de su historia, que toca a su fin. En el saldo, de esta forma, queda una auténtica travesía rojilla convertida en odisea desde el ascenso de División de Honor durante el pasado ejercicio, al que siguió una lucha encarnizada por salir del descenso y cosechar la primera victoria en Tercera RFEF. Después, el resto es historia: una reacción que más tarde mutó en resurrección, sensaciones al alza y un cuadro que, liderado por Juan Carlos Quero, ha conseguido encontrar su mejor versión para ahora buscar el remate a un curso de libro -con números de promoción durante esta segunda vuelta-, bagaje que invita a seguir soñando en lo venidero, aunque sin olvidar el arduo camino recorrido.

Un arranque complejo

Con poco más que 2.400 habitantes, junto a un fervor enorme, la pequeña localidad de Espiel alcanzó la quinta categoría nacional -tradicional y extinta Tercera División, en la que ya se había enrolado años atrás-, después de una auténtica batalla por el ascenso en la División de Honor, a la que tomó la medida en el último tramo de la 2021-2022 -junto a pugna de bella factura frente al Montilla por una de las plazas con billete a la promoción- para reinstalarse, poco después, algo más cerca del fútbol profesional. Tras un pasado verano marcado por cierta reestructuración de la plantilla, festejos y trabajo, de igual modo, la entidad rojilla lanzó un proyecto a caballo entre lo humilde y lo ambicioso, con el retorno a la reformulada Tercera RFEF bajo la continuada dirección de Juan Carlos Queroy un bloque compacto con raíces en la provincia y alrededores.

Hasta diez jornadas, así, fueron necesarias para que la escuadra espeleña consiguiera reponerse de un arranque de temporada dramático, con la cita frente a un viejo conocido como Bollullos CF en el Municipal de Espiel (2-0) para situar el primer punto de inflexión en el ejercicio. Después de estrenar el casillero de victorias ante los onubenses, allá por el pasado mes de noviembre de 2022, lo consecutivo fue una breve ruta hasta la mejoría que se resumió entre empates -hasta tres- y una derrota, últimos preludios, edulcorados por más brotes verdes, a los que prosiguió el momento culmen de toda la temporada: el cuadro cordobés dio con la tecla y relanzó su rumbo a base de triunfos.

Los futbolistas del Atlético Espeleño calientan en el descanso del choque ante el Ciudad de Lucena.

Los futbolistas del Atlético Espeleño calientan en el descanso del choque ante el Ciudad de Lucena. / Antonio Dávila Muñoz / CIUDAD DE LUCENA

Reflexión y reacción

En esa línea, el segundo punto de inflexión llegó para un Atlético Espeleño que decidió doctorarse frente a un histórico como el Xerez CD, al que doblegó con trabajo y tesón para sumar la segunda victoria de toda la temporada (3-2), al igual que para marcar sus próximos pasos. Más tarde, siguiendo la fórmula que poco a poco comenzaba a ofrecer frutos, otros tres triunfos se sucedieron a lo largo de los tres siguientes compromisos, en los que los pupilos de Quero consiguieron gestar su salida de los puestos de descenso por primera vez, tras superar al CD Pozoblanco (3-1), al Gerena (1-2) y el Coria (1-0). Una ascensión que, en retrospectiva, dejaría el farolillo rojo atrás de forma definitiva en el Grupo 10, para paulatinamente apropiarse de un lugar acomodado en la zona media de la tabla.

A dicha mejoría, no obstante, también siguió un arreón de tres derrotas en el que el conjunto de Espiel acabó noqueado, buscando recuperar el equilibrio tras ceder ante el Sevilla C (3-0), Ayamonte (0-1) y Ceuta B (2-1). Compases de dudas y fragilidad en los que el cambio de aires pareció haberse diluido de un plumazo, de vuelta a los viejos fantasmas de las sensaciones irregulares y sin puntos a un casillero necesitado. Un contexto de dificultad, sumido en una vorágine de pensamientos y emociones, a fin de cuentas, en el que se coció una resurrección a fuego lento, para más tarde explotar a golpe de autoridad.

La confirmación llegó ante el Rota. El Espeleño se impuso con claridad en el cruce de necesidades frente al cuadro gaditano (3-1), escribiendo el nuevo decálogo de su andadura en Tercera RFEF para consecutivamente hilar cuatro enfrentamientos puntuando de forma consecutiva, con tres triunfos como saldo: ante el indómito líder Atlético Antoniano (2-1), el Bollullos (1-3) y el Conil (5-2). El reciente revés en el derbi del Ciudad de Lucena (2-1), por otro lado, cerró cualquier opción de pelear por objetivos nobles más allá de la mera permanencia, que sí se acabó alcanzado fechas más tarde en otro cruce fratricida, ante el Salerm Puente Genil, con la conquista del Manuel Polinario (0-1) que valió por una salvación con tres jornadas de adelanto pese al duro arranque liguero. Seguidamente, el colofón llegó superando al Córdoba CF B en la fiesta de la permanencia espeleña, la pasada jornada, en la que los de Diego Caro hincaron la rodilla -dejando escapar el liderato- frente a un Espeleño castigador y aplicado en su feudo (2-0), donde selló un nuevo triunfo de postín para dejar encarrilado un cierre histórico.

La mano de Quero

Entre gestas y hazañas, así, el milagro de Espiel también radica en buena medida sobre la labor de Juan Carlos Quero, cumpliendo su cuarta campaña al frente del banquillo rojillo. La mano experta del icónico ex jugador, con pasado en las filas del Córdoba CF, el Real Valladolid, el Málaga o el Pozoblanco, entre otros, ha cumplido con un papel clave en la ascensión y asentamiento del Atlético Espeleño en la quinta categoría nacional, a la que tras varios cursos de crecimiento y refuerzo en la División de Honor ha conseguido dar el salto para quedarse. Entre sus planteamientos, la reforma y rediseño de la filosofía espeleña -más sólida, acertada y conservadora paulatinamente- se mantiene como uno de los grandes aciertos del equipo a lo largo de la presente campaña, en la que ha conseguido reinventarse para tomar el pulso al campeonato.

Coincidiendo también con un momento de plena madurez técnica para el preparador, el Atlético Espeleño ha conseguido cerrar el curso -pese a la jornada todavía restante- como el conjunto revelación del Grupo 10 de Tercera RFEF, además de, momentáneamente, con el máximo goleador entre sus líneas: Juan Andrés Gómez, con 17 en el casillero. El atacante cordobés, igualmente, ha conseguido exprimir todo su potencial de la mano del director de orquesta fuengiroleño, importante activo en la explosión del actual pichichi de la categoría y para el que todavía resta una cita para redondear su cuenta, la última batalla, el premio a la insistencia: ante el Xerez CD en un escenario emblemático como el Municipal de Chapín (domingo, 12.00 horas).

Juan Carlos Quero da instrucciones a sus jugadores durante un encuentro de esta temporada.

Juan Carlos Quero da instrucciones a sus jugadores durante un encuentro de esta temporada. / RAFA SÁNCHEZ

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