RUGBY

Javier de Juan: “Los jugadores de dos equipos son rivales pero nunca enemigos”

El mejor jugador de rugby de la historia de la provincia analiza su carrera y el presente y futuro de este deporte tras tomar la decisión de retirarse

Javier de Juan, en el bar cordobés temático de rugby, 'Pick & Go.

Javier de Juan, en el bar cordobés temático de rugby, 'Pick & Go. / MANUEL MURILLO

Antonio Raya

Antonio Raya

El mejor jugador de rugby que ha dado la provincia, Javier de Juan Roldán (Córdoba, 5 de enero de 1991), ya se ha habituado a su vida sin el deporte del balón oval. El pasado verano disputó el último partido y unos meses más tarde anunció la retirada de los campos de juego. Atrás quedaron más de 200 partidos con las selecciones nacionales de rugby 15 y 7 a lo largo de casi 10 años. El jugador formado en las filas del CR Córdoba eligió irse cuando estaba en lo más alto, pues entonces era el capitán de la selección española de rugby 7, una función que ejerció incluso en las Series Mundiales de Sevilla y Málaga, las primeras disputadas en Andalucía en toda la historia. También se marchó como vigente campeón de Europa de rugby 7 con España, una corona que ganó de manera consecutiva en los años 2021 y 2022, las dos únicas además que ha sido capaz de ganar esta selección desde que existe. Ahora vive en Madrid, ya fuera del rugby profesional y adaptado a la vida laboral como un ciudadano más.

-Díganos como es ahora su vida sin el rugby, al menos de una manera profesional.

-Para mí es maravillosa, aunque suene a raro. Echo de menos el rugby pero la verdad es que después de tantos años con tanto rugby, tantos kilómetros, lo de tener una vida estable y tranquila, el hecho de poder dormir todas las noches en casa y no tener que moverte de un lado a otro me gusta. El cuerpo me pedía también cambiar y hacer una vida más normal. Me he retirado cuando debía hacerlo, en el momento justo y la verdad es que estoy contento y feliz. La verdad es que lo echo de menos pero no es para nada una espina que llevo dentro, al contrario, estoy contento y feliz.

-¿Por qué decidió retirarse de los campos de juego?

-No me faltaron ofertas para seguir pero tenía 31 años para hacer 32. Lo que se me presentaba era dos años de rugby para intentar acceder a los Juegos Olímpicos, lo cual era muy difícil. No es además la misma energía la que tienes con 21, con 27 o la de ahora, habiendo perdido la oportunidad de haber ido a un Mundial. Para estar en un proyecto de la selección española debes hacerlo a un cien por cien de cabeza, porque de lo contrario se te hace muy duro, por no decir insufrible. Debes mantenerte bien físicamente y con una mentalidad de ser capaz de aguantar un año casi literalmente 300 días fuera de casa compitiendo. No me veía con esa fuerza y menos en un proyecto a dos años, pues ya vas pensando en otras cosas. No es lo mismo tener 31 y empezar el mundo laboral, una vida aparte del rugby con tu pareja y el trabajo, que empezarla con 33. Ya son años que cambian mucho de uno para otro. Sentí que era el momento y creo que decidí bien. Siempre quise retirarme en lo alto, jugando bien, contento, como si fuera una boda, no como si fuera un funeral, por una lesión, porque no das el nivel o porque directamente ya no cuentan contigo. Creo que es muy difícil saber cuándo es el momento de retirarse y creo que lo identifiqué bien y estoy muy contento por ello.

"Me he retirado cuando debía hacerlo, en el momento justo, y estoy feliz"

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-Han pasado muchos años desde que comenzó a jugar en las filas del Club Rugby Córdoba. ¿Cómo fue lo de empezar a practicar el rugby?

-Creo que me metí en el rugby hace 17 años. Yo jugaba al balonmano en La Salle y en una comida familiar me encontré con Miguel Acasuso, que era amigo de mi familia, y hablando con él me dijo que probara. Desde un primer momento me gustó. Era una época en la que entrenábamos en el campo de fútbol que hay junto al pabellón Vista Alegre. Desde entonces aquello fue un no parar.

Javier de Juan, en Córdoba.

Javier de Juan, en Córdoba. / MANUEL MURILLO

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-Destacó muy pronto y se fue a jugar a Sevilla con el Cajasol Ciencias. ¿Era capaz de analizar lo que iba sucediendo tan rápido?

-Sabía que quería jugar en la selección española, aunque era consciente de que no resultaba fácil. Empecé con la selección andaluza. Jugué tres años en Córdoba y entonces me ofrecieron jugar en Sevilla, aunque siguiera viviendo en Córdoba. Se lo planteé a mis padres y ni el club ni nadie me puso ninguna pega. Nadie me regaló nada, pues todo lo conseguí a base de sacrificio y esfuerzo, de muchos entrenamientos y de horas y horas. Tenía un objetivo y cuando lo conseguí, el siguiente fue mantener ese objetivo. Pensé que ya que me había costado tanto llegar a la selección, por lo menos que valiera la pena y estuviera allí un tiempo.

-Empezó con la selección de rugby 15. ¿Recuerda cómo vivió la primera llamada del equipo nacional?

-Yo me metía en todas las convocatorias para verlas. Cada vez que me llamaban de, lo normal, de publicidad por algo, cogía el teléfono corriendo por si era la secretaría de la selección que me convocaba, así hasta que un día me llamaron y en el teléfono ponía Federación Española de Rugby. La primera llamada llegó para jugar unos tests matchs en Namibia y Zimbawe. Acabé muy contento y la alegría resultó indescriptible al ver que al fin el esfuerzo merecía la pena.

"Cogía el teléfono corriendo, por si era la selección, antes de llegar a debutar"

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-Apenas dos años más tarde ya jugaba también con la selección española absoluta de rugby 7. ¿Cómo lleva un jugador pasar del rugby 15 al 7?

-Es polémico lo que voy a decir. Para mí, todos los jugadores de siete pueden jugar al de quince pero no al contrario. Con los años decidí quedarme en el rugby de siete, a pesar de que es un deporte más desconocido. Se juegan partidos de catorce minutos, con dos tiempos de siete, pero juegas seis partidos en un fin de semana. Tienes poco tiempo para recuperación, lesiones o si haces un mal partido, darle vueltas a la cabeza. A mí me enamoró el rugby siete porque cualquiera error, te penaliza casi seguro con un ensayo. En el quince, digamos que te puedes esconder más si no estás en forma, si no tienes un buen pase, ataque o placaje porque hay catorce más en el campo. En el siete, los huecos son grandes y cualquier error, lo normal es que te penalice con un ensayo, lo que te exige estar bien físicamente y depurar al máximo tu técnica para tener un buen pase, ataque, placaje y mentalmente a tomar las decisiones correctas. Te obliga a leer el juego y a usar al cien por cien todas las habilidades del jugador. Yo busqué como reto usar mis habilidades al límite, trabajar mis debilidades hasta que fueran mis fortalezas y encima voy a jugar contra los mejores deportistas del mundo, pues muchos de los que ahora salen brillando en la tele en el quince, han jugado en el siete. Voy a tener la oportunidad de batirme cada fin de semana contra Argentina, Sudáfrica, Australia o Nueva Zelanda. A nivel de rugby no hay nada más exigente que eso. Tienes que pulir todas tus habilidades y jugar al cien por cien.

-¿Cuál es el mejor recuerdo que se lleva del rugby?

-Al final te vas quedando solo con los recuerdos buenos y vas quitando los malos. Tengo tantos recuerdos buenos, como mi primer ensayo en División de Honor, la primera convocatoria con la selección andaluza, la española, jugar con amigos, las retiradas de amigos, Preolímpicos, Premundiales, jugar las Series Mundiales en Sevilla y Málaga, jugándolas como capitán delante de mi novia y mi familia, en general ante toda mi gente cercana, así que al final son tantos que es imposible quedarte con uno. Ahora, sí podría dar una lista de los cien mejores recuerdos que nos los cambiaría por nada.

Javier de Juan, durante la entrevista concedida a Diario CÓRDOBA.

Javier de Juan, durante la entrevista concedida a Diario CÓRDOBA. / ÓSCAR BARRIONUEVO

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-Durante su trayectoria con la selección española de rugby ganó España al menos una vez a todas las grandes selecciones. Imagino que recuerda aquel triunfo sobre Nueva Zelanda. ¿Qué significa para un jugador de rugby derrotar a los ‘All Blacks’?

-Pues es, y con perdón, la ostia. Aquel día pude jugar y disfrutar de todo aquello. Fue un triunfo que desde luego recordaré toda la vida.

"El capitán es el que da ejemplo, al que miras y en el que te fijas si estás perdido"

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-Ejercer de capitán en un equipo de rugby es mucho más importante que en otros deportes porque es casi el segundo entrenador. ¿Cómo llevó la capitanía en la selección de 7?

-El capitán tiene una labor importante, sobre todo porque estábamos muchos días fuera, casi 300, y eso significa muchas cosas. A veces tiene que hablar con el entrenador de parte de los jugadores, lidiar en los entrenamientos, a veces hacer de poli malo y charlar con los compañeros. Debes estar pendiente de algunos compañeros por si han tenido un mal día. Muchas veces echarte el equipo a las espaldas. Para mí, la definición de capitán es el que da ejemplo, al que miras y en el que te fijas, la seriedad con la que trabaja, que está de cachondeo cuando hay que estarlo y que cuando hay que sacrificarse en los entrenamientos es el primero. Todos deben tomarte como ejemplo. Que cuando alguien se encuentre perdido, tome como referencia al capitán, que no se equivoca, aunque al final también fallas, pero debes ser un referente para todos.

-Al rugby cordobés lo sigue desde que se marchó. ¿Cómo lo ve ahora?

-Lo sigo porque está mi hermano, aunque ya me he perdido un poco. Para mí, cuantos más equipos haya mejor, cuanta más cantera mejor. Ahora hay dos equipos. Fuera de España hay que recordar que el rugby es en muchos países es uno de los tres deportes principales junto al baloncesto y al fútbol. En España está creciendo mucho y también en Andalucía. Córdoba no termino de entender el motivo por el que sigue estando como en la cola, no termina de salir, desconozco si es por temas institucionales, por falta de apoyo o temas de otra índole. Cuanto más apoyo y más crezca, mejor. Si hay dos equipos, bien y si el año que viene hay tres, pues mejor. Si hay uno, a trabajar para que sea cada día mejor. Lo importante al final, a veces se confunde la gente, es que todos rememos en la misma dirección porque los jugadores de dos equipos son rivales pero nunca enemigos. Si hay dos equipos, eso significa el doble de fichas, así que estoy contento.

-La selección de rugby 15 ya se ha quedado dos veces seguidas fuera del Mundial por una cuestión administrativa que no tiene nada que ver con el trabajo diario de los deportistas. ¿Cuánto tiempo pasará hasta que se recupere de este palo?

-Ha sido un palo muy gordo para mis compañeros de selección, pues he tenido el gusto de coincidir con algunos de ellos en los últimos meses. Las generaciones que viene ahora van a pisar fuerte y creo que van a utilizar este tema como revulsivo para cuando haya partidos difíciles en los que se estén jugando algo, digan esta vez sí. Han sido dos palos brutales, pues de hecho ha significado el cierre de la carrera para algunos, pero las generaciones de jóvenes vienen fuertes y en lugar usar el tema como excusa, lo van a usar como combustible para cuando haya que tirar hacia adelante. Espero que hagamos un buen papel y un buen proyecto de aquí a tres o cuatro años, que es cuando empezará el ciclo mundialista y cuando haya que dar la cara, hacerlo con gente joven, con mucha fuerza y espero que no vayamos a caer una tercera vez en el mismo error administrativo, por favor.