Montilla

‘Kensaku’: la nueva composición para marimba de Carlos García Cobos

El sello valenciano TPL Ediciones lanza la obra, que aglutina melodías cautivadoras, acordes sugerentes y ornamentos de la música japonesa

Sergio Casado, Carlos García Cobos, Rafael Tejada y Manuel Ordóñez.

Sergio Casado, Carlos García Cobos, Rafael Tejada y Manuel Ordóñez. / JOSÉ ANTONIO AGUILAR

Juan Pablo Bellido

Juan Pablo Bellido

Kensaku. Así se titula la nueva obra para marimba solista que acaba de publicar el compositor montillano Carlos García Cobos de la mano de TPL Ediciones, un sello especializado en la difusión de partituras y obras musicales para percusión.

«Aunque no se trata del primer trabajo que dedico a la marimba, sí es el primero que consigo publicar junto a una editorial especializada en percusión», explica el autor de Kensaku, toda vez que reconoce que el trabajo en colaboración con TPL Ediciones ha resultado muy gratificante. «Ha sido una experiencia diferente, en la que he aprendido muchas cosas que no tienen que ver con la composición en sí», asegura.

Un instrumento desconocido

La nueva obra para marimba solista ha nacido para «aportar un pequeño granito de arena al creciente y rico repertorio que tiene a sus espaldas este maravilloso instrumento», bastante desconocido, incluso, entre los propios profesionales de la música. «Realmente, es algo normal que ocurra y yo mismo no supe de su existencia hasta, prácticamente, comenzar con los estudios reglados de Percusión», reconoce el compositor montillano, quien no obstante subraya que «aunque la mayoría de la población desconozca de qué instrumento se trata, llegan a reconocer su timbre, pues la marimba está presente en muchos contextos musicales, especialmente en bandas sonoras de películas y de videojuegos actuales».

Para concebir Kensaku, García Cobos ha bebido de la música japonesa y de la forma en la que muchos compositores nipones entienden la creación musical, muy acorde a su cultura y al estilo de entender la vida. «En muchas ocasiones buscan la sencillez, lo minimalista, lo que suena cristalino; notas que sean sugerentes pero que no te digan directamente lo que debes sentir», explica. De este modo, la nueva creación del percusionista montillano alberga un carácter exploratorio, «una búsqueda hacia una estética que aúna inspiración, reflexión y crecimiento personal». No en vano, aglutina melodías cautivadoras, acordes sugerentes, gestos y ornamentos inspirados en la música japonesa, así como líneas contrapuntísticas que recuerdan al estilo barroco. 

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