En el año 2002, la admiración por el pianista cordobés Rafael Orozco, fallecido en 1996, y la ilusión de tener un encuentro pianístico en Córdoba impulsaron a Juan Miguel Moreno Calderón, por entonces director del Conservatorio Superior de Música, a auspiciar una cita anual que unió ambas pasiones: el Festival Internacional de Piano Rafael Orozco. Y así nació un encuentro que a lo largo de estas últimas dos décadas ha colocado a Córdoba en la órbita pianística y que del 4 al 26 de noviembre celebrará su 19 edición con un año de retraso, pero que será «muy especial» al coincidir con el 75 aniversario del nacimiento de Orozco y el 25 de su fallecimiento, cuando apenas tenía 50 años.

«Desde que falleció, mi intención fue que esa muerte prematura y trágica, porque nos privó de un pianista que tenía aún un largo recorrido por delante, ocasionara que su nombre y trayectoria se olvidaran y su memoria se fuera diluyendo como ha sucedido con otros autores», señala Moreno Calderón, que con este festival consiguió el doble objetivo de rendir homenaje al pianista fallecido y de que Córdoba fuera un lugar de referencia del mundo del piano.

Vladimir Ovchinnikov, otra de las figuras que han pasado por Córdoba. carmen lozano

La celebración del centenario del Conservatorio Superior de Música en el 2002 sirvió de estímulo para que el Ayuntamiento diera el paso definitivo a desarrollar la idea de su director. «Angelina Costa era la delegada municipal de Cultura y Juan Carlos Limia, el jefe de área, y ambos acogieron muy bien la idea», recuerda Moreno Calderón. Finalmente, en noviembre de ese año se celebró la primera edición de este encuentro, por el que desde entonces han pasado más de 200 pianistas de 30 nacionalidades y ha situado a Córdoba en el mapa pianístico.

Tras el éxito de la primera edición, que contó, entre otros, con un Javier Perianes que apenas empezaba su carrera y el cubano Jorge Luis Prats, al que se conocía en Córdoba gracias a Leo Brouwer, el Ayuntamiento de Córdoba decidió apostar por este festival, que ha ido creciendo poco a poco y subrayando su carácter internacional, además de ser apoyado por todos los alcaldes y concejales de Cultura que han pasado por el Consistorio cordobés, ante lo que Moreno Calderón siente un «infinito agradecimiento»

Joaquín Achúcarro también ha participado en el festival cordobés.

Grandes figuras

Así, por los escenarios del festival -generalmente el salón de actos del Conservatorio Superior de Música, el Gran Teatro y el Góngora han acogido actuaciones- han pasado «grandes pianistas consagrados» como Arcadi Volodos, Boris Berman, Vladimir Ovchinnikov, Ludmil Angelov, Akiko Ebi, Boris Giltburg, Benedetto Lupu, Alberto Nosé, Herbert Schuch, Ashley Wash y numerosos galardonados en concursos internacionales como Alexandre Kantorow (ganador del Concurso Tchaikosky de Moscú en 2019), Jean Paul Gasparian, Maria Mazo, Anna Dmytrenko, Edward Wolanin, Dmytro Choni, Goran Filipec, Tamar Beraia y Anastasia Vorotnaya, entre otros. También, subraya Moreno Calderón, ha habido cabida para «pianistas foráneos radicados en España y en algunos casos nacionalizados» como Brenno Ambrosini, Domenico Codispoti, Leonel Morales, Lujan Luc, Nino Kereselidze, Natalia Kuchaeva o Alexander Kandelaki. Y, por supuesto, «una amplísima representación de los mejores pianistas españoles», desde Joaquín Achúcarro hasta Juan Pérez Floristán (reciente ganador del Concurso Internacional Arthur Rubinstein de Tel Aviv), pasando por Josep Colom, Ramón Coll, Ana Guijarro, Rosa Torres-Pardo, Javier Perianes, Josu de Solaun, Iván Martín, Luis Fernando Pérez, Claudio Martínez Mehner y Gustavo Díaz-Jerez, entre otros de una larga lista de artistas de «relevante carrera internacional».

Entre los pianistas cordobeses, el director artístico del festival destaca la participación de Rafael Quero, Julián y José García Moreno, Ángel Andrés Muñoz, Pablo Amorós y Santiago Báez, entre otros, además de las afincadas en Córdoba Silvia Mkrtchan y Larisa Tedtoeva. «Los primeros años intenté atraer a Córdoba a los pianistas que habían tenido relación con Orozco», continúa Moreno Calderón, que asegura que grandes figuras del mundo pianístico accedieran a venir al festival por unos cachés bastantes más bajos «solo por el hecho de que la cita iba unida al pianista cordobés», ya que había que ajustarse a un presupuesto «escaso».

El pianista Arcadi Volodos, durante un concierto.

También ha sido básico en la elaboración de este importante cartel la relación de amistad del director del festival con muchos pianistas, sobre todo españoles, «lo que facilita las cosas», señala Moreno Calderón. «Todos han venido con mucho cariño, incluso los pianistas jóvenes que no conocieron al cordobés, pero sí saben de su trayectoria», continúa el director, que reconoce con satisfacción que «la exigencia del público de este festival es cada vez mayor porque tiene un criterio muy certero».

Esta amplia y reconocida nómina de pianistas que ha acudido a Córdoba ha ofrecido momentos musicales inolvidables que han dejado huella. Entre ellos, Moreno Calderón recuerda el «memorable» recital que el pianista ruso Arcadi Volodos ofreció en el Gran Teatro en la edición del 2008, especialmente su interpretación de la Sonata Dante de Liszt. También los de pianistas que conocieron a Rafael Orozco, como Joaquín Achúcarro o Josep Colom, que en su concierto del 2014 en el Conservatorio Superior interpretó las tres últimas sonatas para piano de Beethoven. En la memoria del festival, según su director artístico, figuran también en lugar destacado la interpretación de la integral de estudios de Scriabin que realizó Vladimir Ovchinnikov, la Iberia de Albéniz en las manos de Luis Fernando Pérez o el tercer concierto para piano de Rachmaninov con Jorge Luis Prats.

«Este festival, a nivel personal, me ha dado muchas satisfacciones y, a nivel profesional, he tenido la oportunidad de aprender mucho», confiesa el responsable de la cita pianística, cuya próxima edición, que estará integrada por once conciertos, promete ser muy especial. «Tenemos preparada una muy buena programación, que se ha reforzado respecto a años anteriores», y entre sus participantes figura el nombre del pianista Nicolai Luganski.

Documental

Por otro lado, el día de 2 de noviembre se presentará el documental Orozco vibrante, que gira sobre la vida y trayectoria artística del pianista y ha sido una iniciativa del Ayuntamiento de Córdoba, que este año ha aumentado el presupuesto de este festival, que se distingue entre los relevantes acontecimientos pianísticos en forma de ciclos o concursos por su naturaleza y formato.