Espejo de nuestro tiempo

Espejo de nuestro tiempo. Así llama Pedro García Cueto a Luis García Montero en la Introducción de este libro que ha dedicado a analizar la poesía del poeta granadino. Es un libro claramente laudatorio de cuyo autor, “me considero deudor de esa maestría que atesora el poeta”. En el prólogo de José Luis Morante hace referencia a los basamentos teóricos de esta y el magisterio de Juan Carlos Rodríguez.

García Cueto ha estructurado el libro en dos grandes apartados. El primero de tipo ensayístico en el que hace un raudo recorrido desde el libro Tristia hasta Un año y tres meses, su última obra, centrándose en once títulos, y una antología personal de treinta páginas con la correspondiente bibliografía.

Va progresivamente adentrándose en los diversos poemarios como Tristia, donde el amor, el paso de tiempo… están presentes y esa Granada que es “el amor desde la niñez” y con el que abre un sendero a la poesía amorosa.

Sobre El jardín extranjero considera que está presente la belleza del paisaje andaluz, la melancolía, a través de la cercanía de las imágenes, la carga existencial, la meditación y el ensimismamiento. Pero también brota “el vivir en la otredad”, una forma de salir del laberinto y abrirse al mundo.

Diario cómplice afronta el paisaje de las pequeñas cosas, y el “deseo de encontrar en el mundo una voz”, pero con la constante presencia del amor y el recuerdo confidencial de la mujer amada, muchos versos impregnados de tristeza y rememoración.

Las flores del frío acometen el desengaño vital con una mirada dirigida al desconsuelo. Son poemas dedicados a Almudena Grandes. La pérdida, el espacio exterior, la tristeza… pero sobre todo un tema esencial de su poesía: la luz, tanto como la ciudad o los espacios interiores de la casa.

Habitaciones separadas “sigue la senda de la poesía intimista que habla al otro, para que comprenda el mundo” con el desarrollo de conceptos como la invisibilidad, la lejanía del mundanal ruido, la rutina de la vida o el paso del tiempo, muy en una línea machadiana siempre presente, “con un lenguaje sencillo, pero no exento de hondura”.

Completamente viernes es “una declaración de amor, un deseo de recuperar la pasión perdida, un volver a crear un lenguaje nuevo”.

En La intimidad de la serpiente con un tono de confidencia nos acerca a sus grandes temas de siempre y la eterna herida.

Vista cansada reúne una mirada hacia el pasado, los recuerdos y las evocaciones entre las que aparece singularmente la figura de la madre, también la del niño en su perdida infancia, el espacio habitable y la muerte, en esa convergencia de edades donde, según García Cueto, se respira “hondura y verdad”.

Un invierno propio es una reflexión personal sobre sí y la dificultad de los idiomas para expresar el desorden del pensamiento, una indagación que le permite desplegar su mirada amorosa con un evidente objetivo de transgredir formas.

No puede ser así se deja llevar por ese dolor atesorado y el impulso cainita de una España que solo entiende de revancha, seres marginales, perdedores donde trata de recuperar un tiempo.

Y, finalmente, Un año y tres meses donde el quejido personal por la pérdida de Almudena Grandes crea una elegía, melancólica, emotiva y triste. En definitiva, un libro de lectura, que es todo un homenaje al escritor granadino de cuya obra dice que es “un paisaje en el que mirarnos y donde podemos encontrar el sosiego y la calma, a través de la meditación ante la vida”.

‘La llama poética de Luis García Montero’.

Autor: Pedro García Cueto.

Editorial: Sonámbulos. 2023.

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