POESÍA

La herida que no cesa

Javier Bozalongo.

Javier Bozalongo. / CÓRDOBA

Nombrar la herida’, de Javier Bozalongo (Tarragona, 1961), es un libro despojado, que busca la palabra desnuda y precisa, capaz de golpear al lector en la boca del estómago para hacerle tomar conciencia sobre una de las principales grietas de la sociedad actual: la violencia machista. 

Tras sendos poemas dedicados a su padre y a su madre, que actúan a modo de proemio y de afirmación identitaria por parte de un yo que aparece sin máscaras en los tres poemas de la tercera sección, el poeta dispone las veintidós «heridas» en las que, bajo el molde del monólogo dramático, se presenta la vida de otras tantas mujeres convertidas en símbolo de una lucha. La primera de ellas es la conmovedora historia de la granadina Ana Orantes, de cuyo asesinato, tras denunciar en televisión malos tratos por parte de su marido, se cumplen veinticinco años; la última, las miles de mujeres anónimas que venden su pelo en la frontera entre Venezuela y Colombia, «Vivian, Carol… y todas las demás», con lo que se refuerza la denuncia y el desasosiego ante el sangrado imperturbable. Entre ambas, están los desgarradores testimonios de dos hermanas víctimas de abusos sexuales por parte de su padre y de su tío, de Mathilde, de Edith, de Puspa, de Sabica, de la poeta Susana Chávez, de la actriz porno estadounidense Sty, de las múltiples mujeres del mundo de la moda y del cine que han decidido denunciar los abusos sufridos o de las niñas de veintiocho países africanos que, aún hoy, sufren mutilación genital. 

Nunca ha habido más leyes de protección, nunca ha habido tanta capacidad de denuncia, nunca ha habido más formación e información al alcance de los jóvenes al respecto y, sin embargo, el número de casos de mujeres maltratadas no disminuye, sino que aumenta año a año en nuestro país. De este maltrato subyacente y, en algunos casos, normalizado, la cara más visible y dramática son las más de 1.100 mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas desde 2003, cuando se comenzaron a contabilizar datos sobre esta ignominia. Pero esto es solo punta de un sangriento y macabro iceberg. Bozalongo lo sabe y se propone hacer visibles las cicatrices para que no caigan en el olvido, sin impostura, con naturalidad, con crudeza y, sobre todo, con una humanidad que sobrecoge al lector, pues consigue reivindicar su memoria y su dignidad para convertirlas en ejemplo de la lucha contra una lacra que no es privada y doméstica, sino sistémica y política.

‘Nombrar la herida’

Autor: Javier Bozalongo.

Editorial: Sonámbulos . 2022.

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