El que fuera ministro de Educación del Gobierno de Felipe González, José María Maravall, ha publicado un breve pero brillante ensayo titulado ‘La democracia y la izquierda’ (Galaxia Gutenberg, 2021), que comienza con una cita de P. Eduard acerca del poder de las palabras, para nombrar una de ellas en particular: la libertad. Toda una declaración de principios. El profesor Maravall es catedrático de Sociología Política de la Complutense de Madrid, doctor en Oxford y profesor en la Columbia de Nueva York. Autor de otros ensayos como ‘La confrontación política’ (2008), ‘Las promesas políticas’ (2013), que son trabajos centrados en política comparada. Como socialista se siente heredero de Bernstein, Prieto, de Brandt y Palme, de Kreisky y de Rocard, y en el plano intelectual de Weber y Przeworski, de Rawls y Habermas...

En su último ensayo podemos constatar su apasionada defensa de la democracia representativa/deliberativa, de la voz del pueblo y de la identidad de los partidos, de los límites de la redistribución y de la persistencia de las desigualdades en nuestro mundo globalizado. Lo que Maravall nos propone es un socialismo liberal como socialdemocracia heredera genuina del liberalismo progresista frente a los populismos caudillistas de derechas y de izquierdas. Para el sociólogo socialista definir con claridad el concepto de igualdad radical de raíz ‘rawlsiana’ es una exigencia ineludible de implantarla por justicia social en un Estado democrático capaz de redistribuir las riquezas y conseguir un bienestar de máximos o de mínimos.

En esta nueva socialdemocracia del siglo XXI, la ciudadanía ha de poseer una información plural para premiar o castigar a las opciones políticas en liza. El resultado final de unas elecciones libres depende de lo que llama «el votante mediano», aquel situado en una posición media en la escala de preferencias del electorado. Así si todos las políticas fueran iguales no se preservaría lo que denomina «diferencial partidista» como principio de distinción que singulariza a cada partido ante los ciudadanos. Constata Maravall que en el mundo el número de democracias se ha duplicado a lo largo de los últimos 50 años.

Es bien sabido que los políticos no aguardan pasivamente el veredicto de los ciudadanos, sino que desarrollan estrategias ganadoras y a la par estrategias exculpatorias para justificar su gestión. Maravall en su ‘Manifiesto Project’ ha realizado un metódico estudio de análisis cuantitativo de más de 20 democracias desde 1945 hasta hoy que incluye los análisis de Naciones Unidas, los eurobarómetros y los barómetros latinos.

Desde una «observación participante» del político Maravall, que se curtió en la lucha antifranquista formando parte de la clandestina FUDE y posteriormente del FLP en los momentos previos a la democracia que le condujo el nuevo PSOE renovado de González y Guerra, Almunia y Solana, de los que dice haber aprendido mucho.

Al examinar a los distintos gobiernos, atiende a muy diversos escenarios de democracias conservadoras y democracias socialdemócratas que de alguna manera no dejan de ser «anteojeras bipartidistas». Analiza las experiencias populistas en América Latina en Venezuela, Ecuador, Nicaragua por un lado y Uruguay, Chile, Colombia por otro. Se cuestiona Maravall si es posible encontrar explicaciones a estas significativas diferencias.

Centrándose en el modelo europeo de democracia, sobre lo que se entiende por derecha y por izquierda desde la célebre definición de Bobbio, analiza a fondo a lo largo de estas páginas si es posible y deseable una socialdemocracia republicana y liberal a la vez, donde las libertades y la igualdad sean los vectores básicos de una fusión Lab Lib.

‘La democracia y la izquierda’.

Autor: José María Maravall .

Editorial: Galaxia Gutenberg . Barcelona, 2021