Hallazgos durante las obras

Palacio de Moratalla: agua de calidad avalada por un Nobel

Azulejo descubierto en Moratalla

Azulejo descubierto en Moratalla / Manuel Murillo

Rafael Valenzuela

Rafael Valenzuela

Además del objetivo de recuperar un recinto histórico para el uso público, la restauración de Palacio de Moratalla y sus jardines está aportando a sus actuales propietarios interesantes sorpresas.

El trabajo que más horas ha requerido en este último año ha sido la eliminación de maleza y arbustos que ocupaban numerosos rincones. Su limpieza ha sacado a luz gran cantidad de senderos que recorren las 20 hectáreas de la finca más allá de los jardines y a lo largo de los cuales también se han descubierto miradores, asientos y varias fuentes.

Uno de los portavoces de la familia explica que han recuperado «cuatro fuentes de distinto tipo que estaban ocultas por la vegetación». Algunas de ellas tienen formas muy originales y a todas ellas se les está devolviendo el agua, aunque en otros casos no será posible porque su venero fue cortado con las obras del AVE.

Precisamente uno de estos manantiales acoge el más original de todos los hallazgos recuperados, pues se trata de un surtidor en el que hay fijado un azulejo que recoge todas las características del «análisis bacteriológico cualitativo» del agua que mana de la misma y que está firmada por el mismísimo premio Nobel de Medicina Santiago Ramón y Cajal.

Sobre el estado del azulejo que lo atestigua, los dueños actuales de la finca creen que hubo algún intento de deterioro por alguien con intereses poco edificantes, pues las losetas presentan algunos picotazos sobre el texto. Un texto que, por otro lado, la familia López Magdaleno ha descubierto en una etiqueta original de 1907 de Agua Mineral de la Fuente de los Ladrones de la Hacienda Moratalla, en Córdoba.

Suscríbete para seguir leyendo