Fin a un año sin agua en los grifos para 80.000 personas

Emproacsa suspende el suministro de agua con camiones cisterna al Norte de Córdoba

Aunque la Consejería de Salud ha declarado apta el agua, se mantendrán los análisis semanales durante un mes

El Norte vuelve a la normalidad: ya hay agua potable y se retiran los camiones cisterna

Adolfo Molina y María Jesús Botella informan de la autorización de consumo del agua del norte de Córdoba.

Adolfo Molina y María Jesús Botella informan de la autorización de consumo del agua del norte de Córdoba. / CÓRDOBA

Rafael Valenzuela

Rafael Valenzuela

Los camiones cisterna que durante un año han venido abasteciendo de agua a los municipios de las comarcas de Los Pedroches y el Guadiato han prestado su servicio por última vez esta tarde de lunes, una vez que la Consejería de Salud ha declarado apta para el consumo humano la que sale de los grifos. Se devuelve así la normalidad ante una anomalía que afectaba a unas 80.000 personas de 24 municipios y 19 aldeas desde hace un año y cinco días. Tras la comunicación oficial de la Junta, desde la empresa que gestiona el servicio de abastecimiento, Emproacsa, se ha anunciado la retirada del servicio de camiones.

A las cinco de la tarde, el delegado del Gobierno de la Junta de Andalucía en Córdoba, Adolfo Molina, ha confirmado lo que ya había anunciado este mismo lunes el presidente el ejecutivo andaluz, Juanma Moreno, en una red social, que el agua de Los Pedroches y el Guadiato ya es apta para el consumo.

La solución, por las lluvias de Semana Santa

Molina ha explicado todo el proceso que se ha llevado a cabo para poder declarar de nuevo potable el agua, una vez que el pantano de Sierra Boyera ha alcanzado, gracias a las lluvias de Semana Santa, un nivel superior al 70% de su capacidad. El delegado ha indicado que para que la Junta haya dictado el decreto que autoriza el consumo, antes se ha seguido un riguroso protocolo de control, que ha consistido en varios análisis diarios del nivel de Carbono Orgánico Total (COT) y Trihalomotanos a la salida de la ETAP de Sierra Boyera, una vez que se había eliminado el agua procedente de La Colada.

Una mujer se llena un vaso de agua del grifo este lunes, en Pozoblanco.

Una mujer se llena un vaso de agua del grifo este lunes, en Pozoblanco. / Rafa Sánchez

Un estricto control de calidad

Previamente, se había sometido a un estricto control la calidad del agua bruta del embalse de Sierra Boyera, que se completaba con nuevos análisis del líquido una vez garantizado que procedía exclusivamente de este embalse y de que se ajustaran los tratamientos en el interior de la ETAP. Superados todos estos controles previos, se completaron con otros análisis en distintos puntos de la red en los que se midieron de nuevo el COT, así como los trihalometanos y los ácidos haloacéticos, además de otros parámetros, que ha requerido arrojar datos positivos durante 24 horas en distintos puntos de la red.

Pese a que la situación ha recobrado la normalidad añorada durante 12 meses y una semana, Adolfo Molina ha anunciado que se seguirán haciendo controles semanales de la calidad del agua durante cuatro semanas más en cinco “redes de distribución representativas de la zona de abastecimiento” de los mimos parámetros revisados en los controles ya citados.

La hoja de ruta de las próximas obras

Además, ha indicado que las administraciones implicadas continuarán con su hoja de ruta prevista para acometer los cinco grandes proyectos previstos en la zona, además de la próxima adjudicación de las obras de la conexión definitiva entre La Colada y Sierra Boyera, que podría estar culminada en junio. Molina ha insistido que no se descarta trabajar para conseguir lo que sería la solución definitiva al problema que sería la conexión de Puente Nuevo con Sierra Boyera, como, según ha señalado, se contemplaba desde un principio en la propia Confederación Hidrográfica del Guadalquivir.