Legado musulmán

Más allá de la capital: el legado omeya en los pueblos de Córdoba

Aunque la provincia destaca por su pasado cristiano y romano, en ella también se encuentra la huella del califato que situó a Córdoba en el centro del mundo

El legado del califato en Córdoba.

El legado del califato en Córdoba. / CÓRDOBA

Adrián Ramírez

Adrián Ramírez

Córdoba es famosa mundialmente por haber sido capital del califato omeya. Su legado es patente en infinidad de aspectos de la ciudad, desde nuestra cultura hasta sus calles, pasando por la gastronomía y, por supuesto, los monumentos. De entre ellos, obviamente el más famoso es la Mezquita-Catedral, un lugar único declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1984. No obstante, la herencia andalusí está presente en muchísimos otros puntos de la ciudad, y también fuera de ella. Y es que, la provincia de Córdoba suele quedar relegada a un segundo plano, en muchas ocasiones injusto, cuando hablamos del paso de los omeyas por la zona. Para reivindicar esto, te contamos los pueblos donde al-Ándalus está más que presente.

Priego de Córdoba

Priego de Córdoba es un pueblo donde lo medieval y lo musulmán se conjuga a la perfección entre sus calles. Tanto es así que el barrio de la Villa y el balcón del Adarve recuerdan en ocasiones a la Judería.

En 1972 fue declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1972. Sus calles estrechas, enrevesadas y blancas trasportan al visitante al pasado. En primavera además, se conjuga con las flores y el olor azahar, ofreciendo un espectáculo a la vista y al olfato. La plaza de Santa Ana, la calle Real, la del Jazmín y la placita de San Antonio son algunos de los puntos de mayor belleza. Además, el balcón del Adarve, pese a su considerable desnivel, es un lugar por el que hay que caminar mientras se disfruta de las impresionantes vistas de la zona.

Imagen del balcón del Adarve.

Imagen del balcón del Adarve. / CÓRDOBA

Palma del Río

En la localidad de la Vega del Guadalquivir, el mayor ejemplo de su pasado árabe es la Alcazaba. Estas eran fortificaciones que servían para proteger al pueblo en caso de ataque enemigo. Fue construida en el siglo XII, durante la época almohade, aunque se cree que ya hubo construcciones defensivas previamente. Tenía planta cuadrada, muros de argamasa y cinco torreones. La torre de las Angustias y la Puerta de la Villa son algunos de los puntos más importantes.

Restos de la Alcazaba de Palma del Río.

Restos de la Alcazaba de Palma del Río. / CÓRDOBA

Sufrió diferentes ampliaciones para adaptarse al desarrollo y crecimiento del municipio. Algunas partes de esta construcción, cuando ya perdió su sentido estratégico, se utilizaron para la construcción de viviendas y almacenes. Es un lugar por el que merece la pena pasear y dejarse llevar en tu visita a Palma del Río, además de subir a sus torres para contemplar la panorámica que ofrece.

Cabra

En este municipio encontramos el barrio de la Villa. De origen musulmán, formaba parte de la estructura de la ciudad y se caracteriza por un diseño de calles estrechas, sinuosas y llenas de patios, entre otros elementos que reflejan su pasado.

Imagen del barrio de la Villa de Cabra.

Imagen del barrio de la Villa de Cabra. / CÓRDOBA

Con la llegada de los cristianos fue remodelado, modificando parte de su trazada y levantando diferentes edificios religiosos, como la iglesia de la Asunción sobre los restos de una Mezquita, dando lugar a una mezcla cultural muy interesante. Te recomendamos tomar la calle Mayor hasta llegar al Castillo de los Condes de Cabra, que precisamente fue erigido sobre una fortaleza musulmana.

Castillos con mucha historia

Buena parte de las fortalezas y castillos que marcan gran parte del paisaje de nuestra provincia, tienen su origen en la época del califato y tras su expulsión fueron reconstruidos. El de Espejo, el de Luque o el de Zuheros, son solo algunos ejemplos de fortalezas que fueron aprovechadas tanto por cristianos como por musulmanes. Caso similar el que se da en el más famoso de Córdoba, el de Almodóvar. Sin embargo, este fue reconstruido por completo a principios del siglo XX, aunque sus orígenes lo sitúan en el octavo.

Imagen del castillo de Espejo.

Imagen del castillo de Espejo. / CÓRDOBA