MANIFESTACIÓN

Marcha de protesta de Pedro Abad a Morente contra la megaplanta solar del Alto Guadalquivir

Más de 500 personas se han sumado al acto reivincicativo bajo el lema "Morente no se vende" | Aseguran que no están en contra de la energía renovable, pero insisten en que "no de esta manera"

Más de 500 personas partieron esta mañana desde la Plaza de Andalucía, de Pedro Abad, hasta la aldea bujalanceña de Morente para protestar contra las megaplantas solares. Acudieron a acompañartes las alcaldesas de ambos municipios, Magdalena Luque (Pedro Abad) y la de Bujalance (Elena Alba). Igualmente asistió el diputado provincial Francisco Á. Sánchez, así como el portavoz del PP en Pedro Abad, Rafael Román. También ha estado en la marcha contra la megaplanta Paco López, portavoz del grupo socialista de Pedro Abad; Andrés Canalejo, concejal del PSOE, y Juan Antonio Reyes, secretario general del PSOE de Pedro Abad.

La expedición realizó un recorrido por la carretera de manera ordenada, con una pancarta en la que se leía «Morente no se vende. Energías Renovables, sí, pero no así». También acudieron representantes de diferentes sectoriales agrarias.

El megaproyecto en sí lo constituyen 14 plantas solares, promovidas de forma independiente pero que, al final, constituirán un gigantesco parque solar que abarcaría varios términos municipales entre Montoro y la capital y que, si bien no afectaría visualmente a los grandes núcleos de población, sí dejaría «prácticamente encerrada» a la aldea de Morente, de ahí que sus vecinos fueran los primeros en alzar a voz.

Atención al territorio

Al finalizar la marcha se leyó un manifiesto en el que se decía que han pasado dos décadas desde que comenzaran a instalarse complejos de energía renovable a gran escala en toda la península, iniciando lo que más adelante se conocería como «transición energética» y que durante este tiempo se ha alcanzado un consenso científico que respalda y constata que una transición energética capaz de afrontar los retos de la crisis climática «no puede consistir en una transición meramente tecnológica como la que está ocurriendo, carente de atención hacia el soporte sobre el que se instala dicha tecnología: el territorio». 

El colectivo añade que la comarca del Alto Guadalquivir, por su ubicación privilegiada, por sus horas de sol y sus grandes extensiones abiertas de tierras de cultivo, ha sido escogida por las grandes promotoras de plantas solares fotovoltaicas como lugar favorable para establecer grandes complejos de generación de energía solar. Pero «el modelo energético centralizado (grandes centros de producción) que se plantea satura los territorios con proyectos de renovables a gran escala, macroplantas y líneas de alta tensión, y ha resultado devastador para el paisaje, la biodiversidad, el suelo de los municipios, fundamentalmente agrícola, y para la sociedad».

La plataforma advierte del «daño al empleo y la actividad agraria» y del riesgo de despoblación

Entre la problemática que observan está la pérdida paisajística de la biodiversidad, la pérdida de empleo y modo de vida, la pérdida de producción agraria, de cubierta vegetal y menor reducción de CO2. Asimismo, habrá menos valor y libertad de tránsito de la tierra, menos suelo fértil, escaso turismo y escasa actividad cinegética. De forma paralela, destaca un gasto desmesurado de agua para limpieza, fuga de beneficio a empresas privadas ajenas a la comarca y despoblación.

Miriam Pérez, una de las portavoces de la plataforma, dijo que «se deben tener en cuenta todos los impactos y límites asociados al desarrollo de dichas fuentes», añadiendo que «su desarrollo supone una nueva presión sobre el territorio y los seres vivos que lo habitan. Un daño al empleo y la actividad agraria, al suelo fértil con ocupación de 2.000 de hectáreas, a la producción de alimentos, a la economía de los municipios, al paisaje, al turismo... expulsión de población local y el agravamiento de la despoblación, dada la nula creación de empleo y contribución a la economía local, lo que, además, llevará a aumentar el desequilibrio estructural de nuestro territorio», dijo.