Día de la Mujer

Manifestación del 8M en Córdoba: una sola marcha, un objetivo y división de opiniones

Unas 2.500 personas salen a la calle para clamar por la igualdad entre hombres y mujeres

Manifestación del 8 de marzo en Córdoba

A. J. González

Noelia Santos

Noelia Santos

Unas 2.500 personas han salido este viernes a las calles de Córdoba en manifestación en el acto principal de Día Internacional de la Mujer. El tiempo no ha acompañado del todo y la cifra se ha resentido con respecto al año pasado. Sin embargo, la lucha por igualdad sigue congregando año tras año a cordobeses y cordobesas de todas las condiciones. Hubo una única manifestación, una única convocatoria, aunque la divisón de opiniones que impera en la actualidad en el colectivo feminista sí se dejó sentir.

Por primera vez, es la Asamblea Transfeminista 8M, compuesta por casi una quincena de colectivos, la que convoca esta marcha multitudinaria, cuando tradicionalmente había sido la plataforma Nosotras Decidimos. En el fondo de la cuestión, y de la división, está el debate sobre la abolición o no de la prostitución y el de los derechos de las personas trans. Nosotras Decidimos ya dijo en su día que no iba a convocar una marcha alternativa para no dividir la fuerza del movimiento, algo que sí lleva ocurriendo en otras ciudades desde hace varios años. 

Elvira Pérez, una de las portavoces de la Asamblea Transfeminista, comentaba poco antes de iniciarse la marcha que este colectivo convocante «no deja fuera a nadie» y representa un «feminismo sororo e inclusivo». Desirée García, también integrante de la asamblea, aseguraba que la clave está en que en Córdoba no hay varias manifestaciones, sino solo una, más allá de las opiniones divididas que haya dentro del propio feminismo.

Una manifestación dividida en dos

Esa fragmentación se ha hecho visible en la marcha, pues a pesar de ser una única manifestación, la misma estaba, prácticamente, divida en dos. Abría la plataforma convocante con cánticos como «aquí están las transfeministas» y con una gran pancarta donde podía leerse el lema de este año: «Todas las mujeres, todos los derechos, todos los días».

Participantes en la manifestación del 8M.

Participantes en la manifestación del 8M. / A. J. GONZÁLEZ

En ese bloque cabía de todo y, junto a la Asamblea Transfeminista, había decenas de jóvenes con proclamas más vehementes como «machete al machote» o «contra el patriarcado y sus violencias ahora y siempre autodefensa». La provincia también estuvo representada y los partidos políticos formaron también parte de la marcha. Muy cerca de la cabecera se pudo ver a algunos representantes del Partido Popular, como el presidente de la Diputación de Córdoba, Salvador Fuentes, la concejala en el Ayuntamiento de Córdoba Marian Aguilar, o la secretaria general del PP cordobés, Araceli Cabello.

También en el primer bloque estaban, unidos, representantes de IU, Podemos o del PCA, partidos que a su vez también se integran en la asamblea convocante.

El segundo bloque de la marcha

El segundo bloque también era numeroso y ocupaba la parte de atrás de la marcha. Comandados por el denominado Bloque Abolicionista, han caminado bastante separados de la parte inicial de la manifestación hasta el punto de que parecía, en ciertas ocasiones, que eran marchas distintas. Elena Jiménez, perteneciente a dicho bloque, explicaba minutos antes de la salida las líneas rojas de esta representación del mismo y que pasan por el abolicionismo de la prostitución o la eliminación de los vientres de alquiler. Nada que ver con ese concepto extendido de transfobia, aseguran. Entre sus gritos han podido escucharse «ser mujer no es un sentimiento» o «feminismo sin género de duda».

En esta parte de la manifestación pudo verse a numerosos representantes del PSOE de la provincia de Córdoba.

Una niña porta un clavel y un cartel en la manifestación.

Una niña porta un clavel y un cartel en la manifestación. / A. J. GONZÁLEZ

Un mismo objetivo

Pese a la discrepancias, la lucha es la misma y el objetivo es único: conseguir la igualdad real entre hombres y mujeres. Muchas y muchos son los que piden alejarse en días como el 8 de marzo de debates que no benefician al colectivo feminista. Más allá de la importancia de abordar estos temas frente a otras posturas más reaccionarias y alejadas del feminismo más puro, sí que había muchos manifestantes que recordaban que «la mayoría de los asistentes no conocen estas movidas que podríamos calificar como internas y que vienen porque quieren, simplemente, la igualdad».

No ha habido incidencias destacadas, más allá de la lluvia y el frío que, quizá, han hecho a más de uno y de una quedarse en casa. Como novedad, además, este año la manifestación ha incluido un tramo silencioso en toda la calle Cruz Conde. El silencio se ha cumplido gracias al reparto de unos papeles donde se indicaba ese tramo de silencio con el fin de mejorar la accesibilidad a personas con hipersensibilidad auditiva.

Una joven, con un cartel, en la manifestación.

Una joven, con un cartel, en la manifestación. / A. J. GONZÁLEZ

Como es habitual, la manifestación ha desembocado en la plaza de la Corredera, donde se ha leído el manifiesto de la asociación convocate. Se ha hablado de la reivindicación de los derechos de las mujeres «apostando desde la sororidad por un feminismo integrador, diverso y plural al que llamamos transfeminismo». «Son las personas oprimidas por el sistema patriarcal, capitalista y colonial las que han de ser la brújula del movimiento feminista», han recordado.