Seguridad en las edificaciones

Córdoba cuenta con el único horno de Andalucía donde probar la resistencia al fuego de los materiales de construcción

La estructura se localiza en Rabanales 21, pertenece a la fundación CIAC y está a la espera de obtener el certificado necesario para dar servicio a las empresas

Horno de la fundación CIAC, en Rabanales 21, para probar la resistencia al fuego de los materiales de construcción.

Horno de la fundación CIAC, en Rabanales 21, para probar la resistencia al fuego de los materiales de construcción. / MANUEL MURILLO

Noelia Santos

Noelia Santos

El único horno de Andalucía que sirve para medir la resistencia al fuego de los materiales de construcción se encuentra en Córdoba. La estructura se localiza en el Parque Científico y Tecnológico Rabanales 21, en la sede del Centro de Innovación Andaluz para la Construcción Sostenible (CIAC), una entidad privada sin ánimo de lucro al servicio de las empresas de la construcción que persigue la sostenibilidad mediante la innovación y el desarrollo tecnológico de productos, sistemas o servicios.

El director gerente de la fundación CIAC, Manuel Lloris, explica que adquirieron el horno hace un año, cuando detectaron la demanda de empresas que querían contar con ese servicio. En España, detalla Lloris, apenas hay tres o cuatro hornos de este tipo que se localizan en Madrid, Cataluña y País Vasco. Por lo tanto, las empresas que querían certificar sus productos tenían que desplazarse hasta estas comunidades autónomas para hacerlo. Para poder construirlo han conseguido una ayuda de la Junta de Andalucía, concretamente, de la Consejería de Universidad, Investigación e Innovación, dentro de una línea que se activó en una convocatoria que terminaron ganando.

El horno de la fundación CIAC.

El horno de la fundación CIAC. / MANUEL MURILLO

Funcionamiento

El horno es una enorme estructura de tres metros de ancho por otros tres de alto, más cuatro de profundidad, con quemadores alimentados por gasóleo. Como especifica Lloris, se buscaba construir un horno «que fuera versátil» donde pudieran introducirse elementos verticales y horizontales. «Puede cubrir una amplia gama de materiales y soluciones», detalla el director de la fundación. Dentro de se meten los materiales que quieran probarse y se le aplica el calor. La prueba consiste en una curva de fuego y tiempo, es decir, que se mide cuánto tarda en fallar el elemento que esté probándose, si lo hace a los 60 minutos o a los 90, por ejemplo.

Aunque la CIAC se centra en el sector de la construcción, lo cierto es que las pruebas se pueden hacer con diferentes materiales y aplicarse a otros ámbitos, como la industria o el automovilismo. En cualquier caso, siempre habría que cumplir con la normativa que se aplica en cada sector.

Certificado

La fundación está a la espera de conseguir que la Agencia de Acreditación y Certificación les otorgue el sello distintivo como laboratorio de ensayo de resistencia al fuego. Esto, comenta Lloris, podría ocurrir antes de verano, momento en el que las empresas ya podrían contratar el servicio. 

De momento se están terminando las pruebas experimentales y se ha comprobado que el horno funciona. En el horno puede meterse todo tipo de materiales y en el caso del que está en Córdoba ya se ha probado, por ejemplo, con cartón yeso, material con el que están hechos los paneles que, en viviendas, suelen separar habitaciones. Un ejemplo práctico en este sentido sería probar en el horno distintos espesores de estos paneles determinando cuándo pueden fallar.

Técnicas de la fundación CIAC.

Técnicas de la fundación CIAC. / MANUEL MURILLO

Código Técnico de la Edificación

Como recuerda Manuel Lloris, el Código Técnico de la Edificación regula la construcción de edificios en España desde 2006 y hay que cumplirlo a rajatabla, también en cuanto al uso de materiales. Ese código determina que las empresas de la construcción deben hacer una serie de pruebas con sus materiales para poder aplicarlos en sus proyectos. Someterlos al fuego es una de ellas. La demanda, por lo tanto, de este horno será alta, y hay que tener en cuenta que de un tiempo a esta parte cada vez se aplican más materiales diferentes para perseguir objetivos de sostenibilidad. Todos esos nuevos elementos que quieran introducirse en las construcciones, incide Lloris, deberán pasar por este tipo de pruebas.

Incendio de Valencia

Es inevitable no pesar en el trágico incendio de Valencia de hace unas semanas cuando se habla de fuego y materiales de construcción. Contar con herramientas como este horno instalado en Rabanales 21 es un paso más hacia la seguridad de las edificaciones. En cualquier caso, Lloris recuerda «este tipo de herramientas podrían evitar estas cosas, pero el edificio de Valencia se construyó con una normativa mucho menos exigente y se dieron una serie de circunstancias para que ocurriera aquello».

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