análisis

El buen uso de la energía potencia un cambio en los materiales de construcción

Poliestireno que sustituye al ladrillo o casas pasivas, lo que viene en el sector

La normativa hará que de manera orgánica se modifique el concepto tradicional

Noelia Santos

Noelia Santos

A día de hoy, en un país como España, en una ciudad como Córdoba, resulta casi impensable imaginar una casa o un bloque de pisos donde no haya ni un solo ladrillo. Pero los hay. El sector de la construcción se enfrenta en estos momentos a la necesidad de modificar algunos de los materiales con los que siempre se ha trabajado debido a la importancia de aplicar en el proceso y en el resultado ese concepto tan asimilado ya de eficiencia energética. La rentabilidad económica, por supuesto, juega un papel muy importante también.

Lo explica Rafael Suárez Medina, catedrático en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Sevilla y arquitecto colegiado del Colegio Oficial de Arquitectos de Córdoba. «Estamos en un momento de un cambio importante y el tema energético modifica muchos procesos. Y hablamos tanto del uso de la energía en la vivienda como de la fabricación de materiales con la energía que llevan incorporada», detalla Suárez. El cambio en los materiales que emplea la construcción, eso sí, conlleva mucho tiempo. El arquitecto apunta que «cuando se acaba el ciclo de vida útil de un edificio hay que reciclar» y eso, durante muchos años, «no se ha tenido en cuenta».

La clave está en que las empresas incorporen líneas de investigación para encontrar soluciones más sostenibles, pero no es algo que se aplique, de momento, en demasía. También tiene que producirse un cambio de mentalidad en los empresarios del sector. Como ejemplo, Suárez nombra el PVC, un material que se aplica muchísimo y que ya tiene alternativas que podrían sustituirlo. Sin embargo, está tan arraigado que parece complicado que deje de emplearse.

Otro de los puntos que destaca este arquitecto es la necesidad de incorporar la industrialización al proceso productivo. Esto ahorraría ciertos costes en el procedimiento. Por ejemplo, ahora en una industria se pueden fabricar paneles a medida que se llevan ya montados a la obra. Hacer una fachada ladrillo a ladrillo requiere tiempo y mano de obra, una mano de obra que ni abunda ni es barata. Para colocar los paneles no harían falta tantos operarios y, además, no se emplearía tanto tiempo.

Esta es la parte donde se vería la rentabilidad económica, porque los nuevos materiales o los más innovadores no son más baratos que los tradicionales, incluso pueden llegar a ser más caros porque aportan un confort que antes no existía, como algún tipo de vidrio que es capaz de adaptarse a la temperatura exterior que entraría dentro de lo que se conoce como materiales de cambio de fase, capaces de almacenar o liberar grandes cantidades de energía.

¿Sin ladrillos?

En Cañete de las Torres, la empresa Construcciones Contratas Cocoba Barea ya trabaja con Baupanel sustituyendo los ladrillos por placas de poliestireno, el típico corcho de bolitas blancas. Pero claro, es mucho más complejo que todo eso. Se trata de estructuras 3D de acero galvanizado conformadas por dos mallas planas interconectadas por barras perpendiculares. El espacio que queda entre las mallas de acero es ocupado por la placa aislante EPS (poliestireno expandido). Francisco Javier Barea explica que las bondades del sistema son múltiples, como los 17 centímetros de aislamiento que ofrecen una adaptación efectiva a esas normas de eficiencia energética, se tarda mucho menos en colocar que si hubiera que hacerlo con ladrillos y además es resistente a impactos, sismo-resistente, ignífugo y termo-acústico. Con esta solución ya se han construido tres casas en Cañete, otra en Palma del Río y se está haciendo una en El Brillante, en la capital. Barea reconoce que la gente, al principio, puede mostrarse reticente porque la visión reduccionista lleva a pensar que la casa está hecha de corcho, de ahí que los clientes que ahora mismo tienen en este punto son a quienes les gusta innovar o quienes le dan muchísima importancia a la sostenibilidad.

Placas de Baupanel en una construcción.

Placas de Baupanel en una construcción. / CÓRDOBA

Dentro de esa innovación a la hora de construir, Barea habla también del concepto «casa pasiva», las que autogestionan la energía sin necesidad de tener calefacción o aire acondicionado y asegura que es algo que podría aplicarse en Córdoba.

La normativa

Manuel Lloris, del Centro de Innovación Andaluz para la Construcción Sostenible, detalla por su parte que, efectivamente, la innovación en este sentido viene de la mano, sobre todo, de la eficiencia energética. Apunta, eso sí, que «la innovación en la construcción requiere de mucha inversión». Sin embargo, caminamos en ese sentido porque así lo empieza a marcar ya la normativa. «De aquí a unos años los edificios tendrán que ser de consumo cero y eso te obliga a mejorar tus sistemas de aislamiento o la envolvente», manifiesta Lloris, que añade que la conciencia social puede ser importante en este asunto, pero que lo que va a guiar será la aplicación legislativa.

También deja claro que todo material que pueda salir nuevo y que llame la atención por aplicarse en tal obra está absolutamente homologado y acorde al Código Técnico de Edificación.

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