Turruñuelos, ‘rey’ del alquiler en Córdoba con precios superiores a 1.000 euros

El acceso a la vivienda se ha dificultado durante el último año en Córdoba por la brusca caída de la oferta de alquiler y las mayores exigencias para acceder a créditos bancarios en las operaciones de compra. Ambas circunstancias están tensionando el mercado del arrendamiento, provocando una subida de precios y perjudicando a los inquilinos, a los que cada vez se reclama también mayores requisitos para el contrato. Los precios, como se ha referido, se encuentran elevados. Apenas un 20% de los inmuebles se ofertan por menos de 500 euros en la ciudad, en zonas periféricas y barrios como el Sector Sur, que son menos demandados. En el extremo contrario, el 2% de los pisos supera los 1.000 euros mensuales. Estos son, principalmente, inmuebles ubicados en el áreas de expansión integrada por las avenidas de Turruñuelos y La Arruzafilla, pero las rentas pueden ser similares en El Brillante o muy superiores en casas de la Sierra, donde es habitual encontrar precios de 3.000 euros mensuales.

Así lo estima la Asociación de Agencias Inmobiliarias de Córdoba (Asaicor), cuyo presidente, José Vaquero, recuerda, no obstante, que los precios dependen de la zona y de otras circunstancias como el estado de la vivienda o los servicios y gastos incluidos (garaje, piscina, trastero), y también puntualiza que siempre hay excepciones. En Fátima y la avenida de Barcelona, el alquiler se mueve alrededor de 650 euros; en otros barrios como Arroyo del Moro, Zocozonas de Turruñuelos, la avenida del Aeropuerto o el centro, la media se situaría entre 700 y 800 euros. El arrendamiento sube cuando se trata de casas unifamiliares con jardín o piscina privada, en barrios como El Brillante, donde se pide desde 900 euros mensuales en adelante.

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Subida en 2023

Acerca de la evolución del mercado del alquiler, el portal Fotocasa indica que la provincia de Córdoba ha finalizado el año con una subida anual del 3,5% en los precios, por lo que se sitúan en una media de 7,64 euros por metro cuadrado. Además, según recoge el informe La vivienda en alquiler en España en el año 2023, los precios han subido un 5,6% en la capital y son ahora de 8,12 euros por metro. Con esta media, alquilar un piso de 80 metros costaría 650 euros.

De otro lado, el portal inmobiliario Idealista ha publicado en los últimos días un análisis sobre la tasa de esfuerzo que deben realizar las familias para acceder a una vivienda de dos dormitorios en alquiler, medida como un porcentaje sobre los ingresos del hogar. En la provincia, el gasto del alquiler representa el 25% de los ingresos familiares, dos puntos porcentuales más que en 2022. En la capital se destina el 23% del poder adquisitivo, también dos puntos más que hace un año. Una conclusión llamativa del estudio de Idealista es que el alquiler supone más esfuerzo para las familias que la compra de la vivienda, a la dirigen el 18% de su renta en la provincia.

La oferta cae en picado

Asaicor estima que la oferta de vivienda en alquiler ha bajado un 40% durante el último año en Córdoba. La mayoría de estos pisos se han destinado a la venta, pero alrededor del 30% se han derivado al turismo. José Vaquero opina que esta situación es resultado de la Ley por el Derecho a la Vivienda, que entró en vigor en mayo pasado. «Se ha intervenido el sector inmobiliario y las consecuencias han sido totalmente contrarias a lo que se quería conseguir», lamenta, para explicar que «se ha intervenido el precio y se ha provocado inseguridad a los propietarios».

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Uno de los principales perjuicios está siendo la limitación del acceso al alquiler para las rentas más bajas, ya que hay menos producto, se les exige más garantías y compiten con otros arrendatarios potenciales que tienen mejor situación económica. Desde Asaicor recuerdan que la subida de tipos de interés ha dificultado la compra y calculan que la demanda de alquiler ha crecido alrededor de un 15% en el último año, «por lo que hay un desajuste total» entre oferta y demanda.

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Cierran inmobiliarias

El cambio, asimismo, ha perjudicado a las inmobiliarias, que ya no pueden cobrar a los inquilinos por ayudarles a encontrar una vivienda, una situación que les ha llevado a reducir este servicio. «Trabajamos muy poquito el alquiler, porque ya no resulta rentable», admite José Vaquero. La asociación estima, asimismo, que un 5% de los negocios ha cerrado a raíz de este cambio.

Sin embargo, otra consecuencia de los cambios en el alquiler podría ser el aumento registrado en la venta de vivienda, que rondó el 5% el año pasado. Los precios han sufrido una leve moderación, que no ha llegado al 1%, según apunta Asaicor.

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