TESTIMONIO

Sara Muñoz: «Hay pisos con humedades que no deberían alquilarse»

La presidenta del Consejo de Estudiantes de la UCO afirma que "nos estamos quedando sin acceso a las viviendas"

Sara Muñoz preside el Consejo de Estudiantes de la UCO.

Sara Muñoz preside el Consejo de Estudiantes de la UCO. / A.J. González

Pilar Cobos

Pilar Cobos

«Antes encontrabas piso en una semana y ahora puedes estar dos meses buscando», opina Sara Muñoz, presidenta del Consejo de Estudiantes de la Universidad de Córdoba, sobre el acceso al alquiler de vivienda por parte de este colectivo. Sara confirma que la situación se ha convertido en un problema y explica que «Córdoba siempre ha sido de las ciudades más baratas para vivir en Andalucía y España, pero ahora no solo ha subido el precio, sino que se destinan tantos pisos al alquiler turístico que nos estamos quedando sin viviendas».

Una visita a los portales de internet permite comprobar que en ocasiones se anuncian inmuebles como ideales para estudiantes por su precio, pero son muy antiguos y también lo son su mobiliario o su equipamiento. Así lo confirma esta representante estudiantil, que alude a la oferta de «pisos antiquísimos, con cocinas de hace 50 años, enanos, en barrios muy antiguos, con vecinos muy mayores o que son también estudiantes, pero rara vez con familias». 

Junto a esto, Sara Muñoz señala que «se ha incrementado bastante el precio del alquiler». Desde su experiencia, recuerda que hace seis años arrendar una habitación costaba alrededor de 140 euros y la más cara, unos 200 euros. En cambio, ahora «lo más barato son 180 o 200 euros». Este periódico ha podido confirmar en los portales inmobiliarios que, efectivamente, las habitaciones para estudiantes suelen superar los 200 euros

«En mayo o junio, cuando la gente tiene que dejar el piso y buscar compañeros, es muy complicado. Y también es muy complicado para los erasmus, porque no se fían de los extranjeros», comenta. En cuanto a los estudiantes españoles, añade que la mayoría de las veces exigen la nómina de los padres o avales, «se extralimitan de las condiciones legales y te piden más de un mes de fianza, se aprovechan bastante de la necesidad», lamenta. Además, admite que en ocasiones no hay alternativa, porque «las residencias son incluso más caras». Esta situación está llevando a soluciones como negociar con el casero la entrada de cuatro personas en un piso inicialmente previsto para tres. «La gente está pagando 250 euros por habitación en un piso que valdría 180, y pagando 180 en pisos que no deberían alquilarse, con humedades, cocinas sin lo básico y neveras de hace mil años, que no están preparadas», describe esta estudiante.

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