PP y Vox acuerdan que Córdoba sea declarada 'Ciudad por la vida' tras un bronco debate sobre el aborto

No es la primera vez ni será la última. El Pleno de Córdoba ha vuelto a confrontar hoy las posturas a favor y en contra del aborto, amparado por la ley orgánica 1/2023, de 28 de febrero. El tono en esta ocasión ha sido bronco, pero no se ha repetido el episodio protagonizado en el anterior mandato por la portavoz de Vox, Paula Badanelli, que rezó en el salón de plenos un Ave María por las mujeres que han abortado. Este partido ha sido el que de nuevo llevó la moción al pleno, aunque el texto aprobado finalmente fue enmendado por el PP para eliminar la celebración del día 25 de marzo como el Día Mundial del Niño Por Nacer, que no se hará. Lo que sí se acordó con los votos de los dos partidos de la derecha es declarar Córdoba como Ciudad abierta a la vida, un título que promueven los colectivos antiabortistas y al que se han sumado ya algunas ciudades en España para subrayar el compromiso del municipio contra el aborto.

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Aunque Vox basó su intervención en reprochar al PP las enmiendas que hacían a su texto para subrayar lo que entienden como "contradicciones" de los populares en este asunto --la portavoz llegó a pedir a los concejales populares que votaran en conciencia--, finalmente llegaron a un acuerdo. En concreto, el equipo de gobierno de José María Bellido se compromete a redactar un programa municipal de apoyo a la maternidad y a la vida, dotándolo de los recursos necesarios para ello; en poner en marcha un servicio específico de información y asesoramiento permanente para mujeres en el Ayuntamiento; y en mantener los convenios actualmente existentes con asociaciones, plataformas y/o fundaciones que abogan y luchan por la vida como pueden ser Adevida, Fundación Red Madre, Adoratrices y la Plataforma Córdoba por el Derecho a la Vida, y buscar nuevas fórmulas de colaboración.

La delegada de Servicios Sociales, Eva Contador, fue la encargada de defender la postura del PP respecto al aborto: "Estamos a favor de los derechos humanos y el primero es derecho a la vida", dijo para asegurar a continuación que respetan la libertad de cada mujer --"esto no va de política ni de religión", dijo-- pero defienden que todas tengan recursos para decidir con libertad.

Indignación en la izquierda

La izquierda se mostró "indignada" por volver a debatir lo que entienden es un derecho fundamental desde 1985 en España. Alicia Moya (PSOE) ironizó sobre que 68.000 euros anuales no sean "suficientes" para subvencionar a estas entidades y denunció que, perdida la batalla legal al ser un derecho aprobado, Vox fije ahora su objetivo en la batalla ideológica. "Están pidiendo permiso para influir y adoctrinar a jóvenes porque lo que quieren es que se les abran las puertas de los coles a estas asociaciones", añadió.

Irene Ruiz (Hacemos Córdoba) aseguró que la moción aprobada presenta a las mujeres como "criminales y asesinas" y echó en cara a Vox que critique "los chiringuitos" y "el adoctrinamiento" cuando plantean aumentar las subvenciones a este tipo de asociaciones.  "Las personas que van a abortar no necesitamos a cuatro beatas rezando en la puerta de las clínicas", afirmó.  

Mucho más agrio fue el segundo turno de intervenciones en el que la portavoz de Vox acusó a la izquierda de agredirla verbalmente: "El feminismo agrede verbalmente a mujeres que no compartan esa ideología; no respeten a nadie que no piense como ustedes".  A lo que la concejala socialista contestó: "Pide respeto pero habla con desprecio de las demás; tienen derecho a su opción pero no a imponerla".  

Sanidad y externalizaciones

Hacemos llevó al pleno una moción en apoyo a la sanidad pública que tampoco salió adelante (lo hizo una enmienda del PP) y contó con la intervención de José Antonio Prados, un médico de familia cordobés que denunció «la situación dramática» que están viviendo los facultativos. La izquierda también criticó que la moción estuviera a punto de consensuarse la noche anterior del pleno, pero atribuyen a «una llamada de Sevilla» o a «un tirón de orejas de Torrico» (portavoz del PP) el hecho de que el popular Miguel Ruiz Madruga terminara renunciando al consenso. Por su parte, el delegado de Infraestructuras defendió en el pleno la capacidad de interlocución del gobierno de Bellido con la Consejeria de Salud y aseguró que intermediarían como hicieron con el centro de salud del Higuerón para pedir mejoras en los distritos sanitarios de Córdoba y Guadalquivir. 

Tampoco salió adelante una moción del PSOE en la que se condenaban las externalizaciones de servicios municipales realizadas en los últimos meses, y también hubo bronca con la del PP en la que se pide al Gobierno la ampliación de la red eléctrica en la provincia de Córdoba.

Una miscelánea de frases

Los capitulares ofrecieron un variado surtido de frases que provocaron risa y enfado a partes iguales. Isabel Albás le pidió a Juan Hidalgo que no le repitiese tanto las preguntas: «Le diré como le digo a mi marido con una vez me basta»; la concejala de Hacemos Irene Ruiz reconoció estar «desatá»; la portavoz de Vox emuló al presidente argentino Milei y exclamó: «Viva la libertad, carajo» y la frase de Antonio Hurtado, que ayer parecía que se había tragado un altavoz: «Enhorabuena, señora Albás, ha descubierto su vibrador».

Protestas en el pleno

Varios vecinos de Acera del Río denunciaron ayer en el salón de plenos la situación en la que se encuentran las viviendas de alquiler de AVRA, gestionadas por la Junta de Andalucía, y entregaron al alcalde una carta donde relatan los problemas a los que se enfrentan y la política que sigue la administración andaluza de «desahuciar a familias y tapiar después las viviendas». Asimismo acudieron al pleno las trabajadoras de Claros, la adjudicataria de la ayuda a domicilio de Córdoba, que denuncian los incumplimientos de la empresa tanto del pliego de contratación como del convenio colectivo.