Sucesos

El abogado de la viuda del militar de la BRI X: se produjo "una concatenación de errores" que acabó con el ahogamiento

El letrado baraja solicitar penas por un homicidio, mientras se dirime si el caso se enjuicia por lo Civil o lo Militar

Una ambulancia militar  en la zona de Cerro Muriano donde sucedieron los hechos.

Una ambulancia militar en la zona de Cerro Muriano donde sucedieron los hechos. / A.J. GONZÁLEZ

Manuel Á. Larrea

Manuel Á. Larrea

La acusación particular de la viuda de Miguel Ángel Jiménez, cabo de la Brigada Guzmán el Bueno X de Córdoba fallecido el pasado 21 de diciembre durante unas maniobras en la base de Cerro Muriano, tiene claro que aquel trágico día tuvo lugar una "concatenación de errores" que acabó con el ahogamiento del marido de su representada y del joven soldado Carlos León. El letrado apunta a la ausencia de línea de vida y de otros sistemas de seguridad.

El abogado, Antonio Granados, considera, además, que el capitán -a su parecer, responsable directo- tenía "pleno conocimiento de cómo estaban las instalaciones del ejercicio de agua y de que no se estaba haciendo "con todas las garantías". Por eso, señala que "no debería haber ordenado el ejercicio". Por eso mismo, el letrado baraja la posibilidad de solicitar al juzgado competente -aún por ver- la petición de pena por homicidio en vez de homicidio imprudente, al creer que existe un "dolo eventual".

La jurisdicción, por determinar

En estos momentos, la investigación está entre el juzgado de Instrucción 4 de Córdoba y el juzgado togado Militar 21 de Sevilla. Los letrados aguardan a que la Fiscalía emita su informe para saber la jurisdicción por la que se juzga. Si bien, como informó Diario CÓRDOBA, el juzgado encargado de enjuiciar casos de las Fuerzas Armadas pidió al Instrucción 4 que se inhibiese.

Por otro lado, Granados también ha asegurado que, de momento, no han decidido querellarse contra los mandos inferiores, compuestos sobre todo por sargentos, como sí confirmó el abogado de la familia del otro fallecido. A su parecer, el capitán es el principal responsable. En la cadena de mando, le seguirían el coronel y el general jefe de brigada. También cabe la posibilidad de que se dividan las responsabilidades civiles y penales. El letrado recuerda que también pedirán que el Ministerio de Defensa sea responsable civil subsidiario.

Sin línea de vida ni otras alternativas

El abogado ha entrado en detalle de algunas circunstancias que, según el atestado de la Guardia Civil, parecen haberse dado aquel trágico día. En primer lugar, lamenta que no existiera una "línea de vida" que, según ha precisado, suele estar fabricada con acero. Por el contrario, apunta a que se habría utilizado una cuerda de guía para que los soldados siguieran el camino correcto y se agarrasen de estar en peligro. Pero esta, además, pudo haberse "destensado" y "sumergido".

Asimismo, Granados opina que podía haberse empleado una lancha neumática como la que, según indica, se usó días antes para la colocación de la cuerda. O con el servicio de buzos. También se cuestiona si existía un plan sobre el ejercicio y si el lago estaba en condiciones. En este sentido, señala que el agua parecía estar muy turbia y se pregunta si el suelo era fangoso. Los principales datos conocidos es que el ejercicio comenzó alrededor de las 9.00 horas en un lago del término municipal de Obejo, con el sol ya fuera pero con un "frío estremecedor", lo que también pudo haber afectado. Cabe recordar que dos compañeros estuvieron afectados por hipotermia. Uno de ellos tuvo que ser hospitalizado.

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