SANIDAD | AVANCES EN LA MEDICINA

Uno de cada tres niños que va al neurólogo en Córdoba es por una cefalea

Los principales desencandenantes del dolor de cabeza son el cansancio y el estrés

El abuso de dispositivos electrónicos puede contribuir a sufrir dolores de cabeza en la etapa infantil.

El abuso de dispositivos electrónicos puede contribuir a sufrir dolores de cabeza en la etapa infantil. / MANUEL MURILLO

M.J. Raya

M.J. Raya

Uno de cada tres niños que acude a la consulta de neuropediatría del hospital universitario Reina Sofía por primera vez lo hace para consultar si padece cefalea, señala el especialista en este área médica del complejo sanitario cordobés Joaquín Fernández Ramos. Fernández indica que preocuparse por el dolor de cabeza que presentan los hijos es la consulta más frecuente y habitual en esta unidad, pues hasta 8 de cada 10 niños lo han sufrido alguna vez antes de los 15 años, aunque aclara este médico que la mayoría de las cefaleas que se padecen en la infancia son de menor gravedad y se diagnostican a partir de los 7 años.

Cuando el dolor de cabeza se presenta con mucha frecuencia o es muy intenso se debe consultar inicialmente con el pediatra de atención primaria, que decidirá qué actuación hay que adoptar. Hay algunos síntomas de alarma que pueden sugerir una cefalea orgánica por una lesión intracraneal y que pueden aparecer de forma súbita o aguda y que pueden justificar una consulta a Urgencias del hospital, tales como cefalea asociada a pérdida del conocimiento o desorientación, con o sin fiebre, cefalea intensa de inicio súbito, dificultad para hablar o mover las extremidades y problemas de visión, como la visión doble.

Tipos de dolor

Existen muchos tipos de cefalea en el niño. Puede aparecer de forma esporádica (por ejemplo, ante un cuadro febril por gripe o infección de garganta, o un estrés puntual) o tener un curso crónico o recurrente, con episodios que se repiten a lo largo del tiempo con frecuencia muy variable, sea de origen tensional o migrañoso. En raras ocasiones la cefalea será progresiva, cada vez más frecuente e intensa, debido a un aumento de la presión intracraneal por una lesión o edema. La migraña es la cefalea más invalidante y es más frecuente a mayor edad. «Cuando los síntomas asociados a cefalea se dan por debajo de los 7 años es cuando más preocupación pueden generar porque pueden ocultar que el menor padezca otro problema más grave. Esta patología no entiende de sexos a estas edades pediátricas, «solo en la etapa adulta suele ser más habitual en la mujer que en el hombre», apunta este neuropediatra del Reina Sofía.

Tratamientos

El tratamiento del episodio agudo precisa de reposo y analgésicos habituales, como paracetamol o ibuprofeno. Ambos tienen una eficacia similar, aunque a algunos niños les funciona mejor uno que otro, de forma que si con ibuprofeno no mejoran deben probar con paracetamol y al contrario. Si no responden a alguno de estos dos fármacos otras opciones son el metamizol, naproxeno o dexketoprofeno.

En niños y adolescentes los principales desencadenantes de la cefalea son el cansancio y el estrés, aunque también influye el abuso de las nuevas tecnologías, aunque ese tipo de dolencia suele ser más tratada desde el ámbito de los centros de salud. «Los casos que llegan al hospital», aclara este doctor, «son cefaleas más intensas, cuyo abordaje desde la atención primaria no encuentran respuesta porque son más frecuentes o pueden suponer un signo de alarma de padecer otro tipo de afección neurológica, que pueda requerir de la realización de una resonancia intracraneal u otra clase de prueba». En esta línea, este neuropediatra recalca que se debe tener en cuenta si la cefalea es cada vez más frecuente e intensa y que no responde a los analgésicos habituales, aunque precisa que, por lo habitual, los tratamientos ayudan a que mejore la calidad de vida de los niños y adultos que presentan el problema.

Diferencia en la etapa adulta

Las cefaleas en niños y adultos pueden ser diferentes en cuanto a la duración y a la sintomatología. En los niños, esta afección tiene más variabilidad clínica y suele ser de más corta duración que en los adultos, aunque puede prolongarse durante horas. Además, a lo largo del episodio de migraña el menor palidece, le molesta la luz y los ruidos y evita los movimientos, procurando acostarse y dormir. El dolor abdominal que acompaña a la crisis de migraña es muy característico de la migraña infantil.

Los síntomas que acompañan al dolor de cabeza pueden ser muy variados, dependiendo del tipo de cefalea y de su causa. Una sinusitis aguda puede causar dolor de cabeza puntual, especialmente frontal o facial, pero no suele explicar una cefalea crónica. Igualmente ocurre con los déficits de refracción en niños que precisan lentes, que raramente son una causa única de una cefalea crónica, aunque sí pueden explicar, que la cefalea sea más frecuente por el esfuerzo realizado al acomodar la visión. Las molestias cervicales o el dolor de espalda no son comunes en el niño y se pueden ver más en la adolescencia.

Sobre la influencia que puede tener la alimentación en estas dolencias, en general los hábitos de vida no saludables pueden facilitar cefaleas, especialmente en personas predispuestas, como son las migrañosas. Buenos hábitos de alimentación y de sueño, así como no abusar de dispositivos electrónicos son importantes para prevenir la aparición de cefalea, añade. Por ejemplo, una alimentación deficitaria puede favorecer las bajadas de azúcar (hipoglucemias) que pueden provocar cefalea, y en pocos casos, al contrario de lo que se pueda pensar, la ingesta del chocolate o cacao propicia la aparición.

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