La contratación de empleadas de hogar crece en Córdoba un 7% tras 3 años de caída

La contratación de empleadas de hogar empieza a repuntar en Córdoba después de tres años de descensos sucesivos, según muestra la estadística de afiliación de la Seguridad Social. Los últimos datos publicados corresponden a finales del mes de octubre, cuando había en la provincia 3.461 personas de alta en el régimen especial de empleadas de hogar, 115 varones y 3.346 mujeres. La cifra supone un incremento del 7% respecto las 3.235 inscritas un año antes, la cifra más baja desde 2019, cuando en el mes de octubre había inscritas 4.019 empleadas de hogar en la provincia, 238 hombres y 3.781 mujeres.

Córdoba se sitúa en el cuarto puesto por la cola de Andalucía en volumen de empleadas de hogar regularizadas, con un 8,4% del total de las 41.122 inscritas en la comunidad autónoma. Por detrás, solo se encuentran Almería (2.413), Jaén (1.930) y Huelva (1.358). En cuanto al perfil del personal regularizado en la provincia, el 26,2% del total, algo más de 900 personas, son extranjeras de países de fuera de la Unión Europea, 855 mujeres y 54 hombres.

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La situación irregular de muchos inmigrantes y la necesidad de sobrevivir contribuye a que muchas de estas personas trabajen sin contrato y en condiciones de explotación en muchos casos, sin horarios ni el reconocimiento de los derechos laborales más básicos, una situación que según un estudio de enero de este año de Aiudo, afecta al 30% de las empleadas de hogar en España. Todo ello, en un sector ampliamente feminizado que constituyen una pieza fundamental en el cuidado de los mayores y personas dependientes y en las posibilidades de conciliación familiar y laboral.

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Derecho a paro reconocido

Con la llegada de la pandemia en 2020, la afiliación empezó a descender, pasando a 3.520 empleadas de hogar en octubre 2020 y 3.445 en octubre de 2021, llegando al pico más bajo en 2022. Justo en octubre de 2022, entraba en vigor en España, tras años de reivindicaciones de las afectadas, la normativa que les reconoció el derecho a percibir el paro en caso de despido, una norma sin efectos retroactivos, por lo que las que ya estaban en activo comenzaron a cotizar en ese momento para su prestación por desempleo. Un año después, desde octubre de este año, las empleadas del hogar ya cumplen los requisitos para cobrar el paro, ya que como al resto de trabajadores, se les exige haber cotizado más de 360 días.

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Según el Servicio Público de Empleo Estatal, el derecho a la prestación se activa cuando el contrato de trabajo se extingue por comunicación escrita de la persona empleadora, que deberá establecer de modo claro su voluntad de finalizar la relación laboral y el motivo. Además de las causas previstas para el resto de colectivos, en el caso de las empleadas de hogar, la relación laboral puede extinguirse por «la disminución de los ingresos de la unidad familiar o aumento de sus gastos debido a una causa sobrevenida, por la modificación sustancial de las necesidades de la unidad familiar que justifiquen poder prescindir de la persona trabajadora del hogar y por la pérdida de confianza de la persona empleadora, «fundamentada de manera razonable y proporcionada, en el comportamiento de la persona trabajadora».

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