Medio ambiente

Ideas para recuperar el equilibrio ecológico de las palomas en 2028: halcones en la ciudad, pajareras en el campo

Sadeco y la UCO ponen en marcha un ambicioso plan para controlar la población de estas aves en el casco urbano

Rafael Verdú

Rafael Verdú

Hasta no hace mucho tiempo, palomas y seres humanos convivían en las ciudades en un equilibrio ecológico razonable. Como especie doméstica, las personas obtenían de estas aves beneficios en forma de comida o como fiables mensajeras; a cambio, las palomas obtenían comida y protección de los depredadores. Una simbiosis perfecta. 

Con el tiempo, la relación entre personas y palomas cambió. O más bien, lo hicimos los humanos, porque estos pájaros siguieron habitando las ciudades como antes. Pero ya no forman parte de la dieta habitual y la colombofilia es una actividad minoritaria. Hasta el Ejército español jubiló a sus últimos heraldos voladores hace poco más de una década. Ahora las palomas son vistas más como un problema, y no sólo en Córdoba sino en ciudades turísticas como Venecia o Milán. Es habitual calificarlas como "ratas con alas"

Un plan municipal

Para solucionar los problemas de convivencia con las palomas, o lo que es lo mismo restaurar el equilibrio ecológico, el Ayuntamiento de Córdoba ha diseñado un ambicioso plan a cinco años vista que se espera esté culminado en 2028. El proyecto, con ideas viejas pero combinadas de forma novedosa, ha sido presentado por la presidenta de Sadeco, Isabel Albás, y el profesor de la UCO Alberto Redondo

Alberto Redondo e Isabel Albás, en la presentación del plan de control de palomas

Alberto Redondo e Isabel Albás, en la presentación del plan de control de palomas / Diario CÓRDOBA

La primera propuesta del plan es constriur más palomares. Al contrario de lo que puede pensarse, una pajarera no fomenta el crecimiento de la población de aves, sino todo lo contrario. En esas construcciones es posible controlar los nacimientos mediante una alimentación con anticonceptivos o sustituyendo los huevos naturales por otros artificales, entre otras medidas. 

Los palomares de Córdoba

Córdoba tiene ahora mismo tres palomares activos: uno en el zoológico (el único decente), el más conocido de los Jardines de Agricultura y un tercero muy pequeño en Fray Albino. La idea es adecentar los que ya hay para que resulten útiles y contruir algunos más. Albás ha detallado que se levantarán en el Parque Cruz Conde, en Miraflores y en los Jardines de la Victoria. Y si hacen falta más "el anillo verde es un sitio estupendo", ha dicho la presidenta de Sadeco. 

Además, un buen número de aves tendrán que irse al exilio. No será, sin embargo, una medida forzosa sino voluntaria, o eso esperan al menos los técnicos que han diseñado el proyecto. Las palomas se buscan el alimento por su cuenta (una de las ventajas que tiene su crianza), por lo que es frecuente verlas volar fuera de la ciudad para comer el grano y otras menudencias que abundan en el campo. Se van por la mañana a los trigales para alimentarse y retornan a la ciudad por la tarde para descansar. El Ayuntamiento piensa que si al lado del buffet libre tienen un hotelito, tal vez se piensen lo de volver a Córdoba a hacer sus cosas en parques y edificios. 

Un palomar castellano en la Campiña

Por eso Sadeco construirá otra pajarera en la Campiña, en un lugar sin determinar pero lejos del casco urbano. Será un palomar de estilo castellano, mucho más grandes que los que se ven en las ciudades, de los que aún quedan algunos ejemplos en funcionamiento. Allí también se puede controlar su población mediante la alimentación y otras técnicas. 

La intención de Sadeco no es el exterminio de las palomas, como han repetido Albás y el profesor Redondo, sino restaurar el equilibrio ecológico, lo que implica una cadena trófica en la que unos animales tienen morir para que otros vivan. Y desde que los humanos no nos las comemos, apenas tienen depredadores. Ya pueden imaginarse por dónde van los tiros. No se trata de volver a poner palomas en el plato, sino de reintroducir aves rapaces que encuentran deliciosa la carne de pichón.

Halcones y búhos

Mediante una técnica usada en ornitología llamada hacking, Sadeco y la UCO van a introducir en el casco urbano pollos de halcón peregrino y de búho real, para que se acostumbren a vivir y cazar en la ciudad. Son depredadores en peligro de extinción que contribuirán a "recuperar la balanza" ecológica, en palabras de Redondo. La experiencia ya se probó en Rabanales en 2010 con notable éxito.

Con todo, la simple presencia de rapaces se antoja insuficiente para mantener la población de palomas en niveles aceptables. Será necesario sacrificar otro buen número de aves, para lo que se va a recurrir a una empresa especializada que las capturará vivas para trasladarlas a otros lugares donde servirán de alimento, por ejemplo, para escuelas de cetrería o zoológicos, y de este modo entran de nuevo en la cadena trófica para cerrar el círculo.