Alrededor de una quincena de personas, pertenecientes a grupos ecologistas, se han concentrado este domingo en la plaza de Las Tendillas de Córdoba para exigir al Ayuntamiento que ejerza un control ético sobre la población de palomas de la ciudad. El colectivo Empatiza y los partidos IU y Pacma piden "una gestión ética de las aves urbanas", en el caso de Córdoba, de las palomas, a las que en ciudades como Madrid, Barcelona o Sevilla se unen las cotorras Kramer y argentinas.

Una de las portavoces de la iniciativa, Patricia García, ha explicado que ese control ético de la población de palomas se puede llevar a cabo a través de pienso anticonceptivo (algo que ya se aplica en Barcelona o Valencia) que se colocaría en comederos repartidos por los parques de la ciudad. También se propone sustituir los huevos de verdad por huevos de plástico, piden que la gente no les dé de comer y se aboga por construir edificios sin huecos donde puedan anidar estas aves.

García ha recordado que en Córdoba, la gestión de las palomas la lleva la empresa municipal de saneamientos Sadeco. "Es una empresa de gestión de residuos", ha denunciado, "no de control ético de animales". Según estos colectivos, el método de control que ejerce ahora mismo Sadeco es la captura a través de redes o jaulas, algo que se hace según los problemas que generen las aves (entre una y dos veces al año, o cuando surgen problemas puntuales que denuncian los vecinos).

"El destino de esas palomas es gasearlas, para suelta cinegética o para tiro al pichón, algo prohibido en otras ciudades de España", ha aseverado García.

Las cotorras, problemas en otras ciudades

Las mismas personas que se han concentrado en Las Tendillas han pedido también un control ético de la población de cotorras Kramer y argentinas, un problema que no existe que en Córdoba, pero sí en ciudades como Madrid o Barcelona. En Madrid, ha explicado Patricia García, directamente "las ejecutan con disparos de carabina" y también "eliminan los nidos con los huevos y los polluelos dentro".

Estos colectivos entienden que las administraciones deben hablar con asociaciones animalistas especializadas para poder llevar los métodos de control más éticos y sostenibles. Es más, aseguran que, en el caso de las cotorras, ejecutarlas como se hace en Madrid cuesta unos 200 euros por cotorra, mientras que el método ético que ellos proponen (parecido al de las palomas) se sitúa en unos 30 euros.