Los empresarios garantizan que las discotecas de Córdoba cumplen con la normativa

Los empresarios del ocio nocturno integrados en la patronal hostelera, Hostecor, aseguran que en Córdoba todos sus establecimientos (seis discotecas y una decena de pubs) cumplen con la normativa básica: tienen en regla las licencia de apertura y actividad, y suscritos los correspondientes seguros de responsabilidad civil.

Después de la tragedia de Murcia, donde al menos 13 personas perdieron la vida el domingo, los propietarios cordobeses de discotecas se tientan la ropa y reconocen su preocupación. «Estoy seguro de que muchos de los empresarios se habrán puesto en contacto hoy con sus aseguradoras», comenta Álex Montoro, responsable del Grupo Alejandro Montoro que gestiona, entre otros locales de la capital cordobesa, la discoteca M100. Con sinceridad explica también que su preocupación se extiende a lo que puede ocurrir a partir de ahora. «Tememos que, igual que pasó cuando la tragedia del Madrid Arena, se refuercen tanto los controles de policía que sea complicado trabajar para nosotros. La presencia de policías en un local nocturno suele echar para atrás a la clientela», admite.

Las discotecas incendiadas Teatre y Fonda Milagros llevaban abriendo sin licencia desde marzo de 2022

Con licencia y seguro de responsabilidad civil

Más allá de estos temores, Montoro asegura que «en Córdoba no hay ningún local como los de la tragedia de Murcia», entre otras cosas porque aquí tienen «la visita de la Policía Local al menos dos o tres veces al mes». Los agentes, explica el representante de Hostecor, acuden con frecuencia a los locales bien para controlar el aforo, para comprobar que la música está a los decibelios correctos o para ver si los clientes fuman. 

La carencia de licencia está detrás de la tragedia de las discotecas Teatre y Fonda Milagros incendiadas en la madrugada de este domingo en Murcia. Según trascendió ayer ninguno de estos dos locales tenían licencia municipal y sobre ellas había una orden de cese de actividad desde enero de 2022.

Álex Montoro reconoce eso sí, que más allá de las licencias que otorga la Gerencia de Urbanismo y el seguro de responsabilidad civil (unos mil euros anuales), es decir, lo básico para que un establecimiento pueda abrir sus puertas, tener un buen seguro y una mayor cobertura depende en gran medida «de la facturación del local». «Estamos hablando de que un seguro en condiciones puede costar entre 5.000 y 8.000 euros al año», comenta.  

Datos al Ayuntamiento

Diario CÓRDOBA ha reclamado al Ayuntamiento de Córdoba datos sobre la situación del ocio nocturno en la ciudad, así como el número de sanciones impuestas --si las hay-- de la Policía Local a estos establecimientos en los últimos meses. Asimismo, se ha preguntado si hay algún establecimiento apercibido por la carencia de licencia de apertura, pero de momento, esta información no ha sido facilitada por el Consistorio.

UGT pide más controles

UGT, por su parte, pidió el lunes y ante la inminencia de Halloween, pero también las cenas y fiestas previas y de la Navidad, «la necesidad de establecer criterios firmes que garanticen la seguridad tanto de trabajadores como de usuarios de los locales que ofertan este tipo de servicio», señaló el secretario de Salud Laboral del sindicato, Jaime Sarmiento. Según el sindicato es imprescindible que los ayuntamientos establezcan medidas para garantizar que hechos como el sucedido en Murcia este fin de semana «no tengan la posibilidad de repetirse en Córdoba». Para ello, señaló el secretario de UGT, es «fundamental establecer unos criterios tanto de aforo como de condiciones de los locales, así como de formación en riesgos laborales de las personas trabajadoras de estos centros, y la necesidad de disponer de inspectores que revisen y exijan claramente el cumplimiento de unas normas estrictas de seguridad en los locales».  

Evitar tragedias

Según indicó Jaime Sarmiento, «erradicar la posibilidad de que sucedan tragedias en las celebraciones que se aproximan pasan por la responsabilidad de la concesión de licencias, y este es un asunto que requiere una atención muy especial y unas exigencias que no tienen como fin otro que posibilitar que las personas que acuden a estos locales y las personas que en ellas se encuentran trabajando tengan garantizadas esas condiciones preestablecidas» y recordó que «han sido en varias ocasiones, en años pasados, que algunas fiestas se tuvieron que suspender tras una revisión de estas condiciones y hoy podemos celebrar que quepa la posibilidad de que estas acciones pudieron evitar tragedias mayores».

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