ACTO ORGANIZADO POR LA ASOCIACIÓN SAN JOSÉ OBRERO

Casi 2.000 huevos fritos y 80 kilos de chorizo, el menú de sábado en la Velá de la Fuensanta

El público espera casi una hora para hacerse con su plato

Los vecinos pasan a recoger su plato de huevos con chorizo en la Velá de la Fuensanta.

Los vecinos pasan a recoger su plato de huevos con chorizo en la Velá de la Fuensanta. / Francisco González

Rafael Valenzuela

Rafael Valenzuela

Desde las nueve de la mañana de este sábado, 9 de septiembre, tercer día de la Velá de la Fuensanta, han estado trabajando quince integrantes de la Asociación de Vecinos San José Obrero, para tenerlo todo a punto poco después de mediodía. Si ayer el principal reclamo de la fiesta fue la sardiná, en esta jornada de sábado el plato fuerte, nunca mejor dicho, lo constituye la Huevá, una suculenta y contundente propuesta gastronómica a base de huevos fritos y chorizo.

Según ha explicado a este periódico el presidente de la asociación, Manuel García, en concreto se han puesto en circulación casi 2.000 huevos y unos 80 kilos de chorizo, cuyo aroma ha hecho que, al igual que ocurría en día anterior, se haya formado una larga cola para hacerse con el correspondiente plato con dos huevos y un trozo de chorizo por cabeza. La espera, según el presidente de la asociación, es de más de una hora. “Porque las cosas se tienen que hacer bien”, explica en alusión a la preparación de cada ración.

“No se puede dar de cualquier manera, hay que esperar a que los huevos estén bien hechos y eso requiere su tiempo”, añade. No obstante, indica que para dar mayor celeridad al procedimiento se trabaja en dos peroles en cada uno de los cuales se fríen de una sola tacada 24 huevos, porque para adelantar el trabajo, el chorizo se preparó ayer.

El caso es que estas actividades demuestran que mientras los vecinos del barrio y los visitantes disfrutan de la fiesta, sus promotores y organizadores la viven de otra manera, no menos intensa, que es trabajando mucho y viendo a sus convecinos disfrutar con ello. A primera hora de la tarde de este sábado, la plaza de la Fuensanta ya estaba llena de público que repartían su tiempo entre las actuaciones del escenario, su visita a la Virgen y la espera por su ración, gentío que “a partir de las dos, cuando la gente va saliendo de trabajar va en aumento”, explica García.