CIUDAD DE LA JUSTICIA

La nueva jueza de violencia de género aterriza en un juzgado al borde del colapso

Hay señalamientos a más de dos años vista y unos 70 procedimientos sin incoar | Carolina Aranguren conformará un juzgado bis, junto a una letrada y tres funcionarios, para desatascar la situación

Carolina Aranguren, nueva jueza del Penal 6, durante la toma de posesión del cargo.

Carolina Aranguren, nueva jueza del Penal 6, durante la toma de posesión del cargo. / Francisco González

Manuel Á. Larrea

Manuel Á. Larrea

La nueva jueza que reforzará el juzgado de lo Penal número 6 de Córdoba, encargado de enjuiciar la violencia de género, ha tomado posesión del cargo este jueves. Carolina Aranguren, junto a una letrada y tres funcionarios conformarán un juzgado bis que tratará de agilizar un órgano judicial que señala, en estos momentos, a más de dos años vista y acumula en torno a 70 procedimientos sin incoar.

Desde la Audiencia Provincial llevaban tiempo solicitando un refuerzo para Penal 6. El Consejo General del Poder Judicial, en su balance anual de 2022, ya alertó de la sobrecarga en este juzgado, pese a los esfuerzos que, como ha valorado Francisco de Paula Sánchez Zamorano, presidente de la Audiencia, realizan María Revuelta, jueza titular, y el resto del equipo. "No han parado de trabajar, pero el nivel de pendencia iba subiendo dado que el volumen de ingresos era extraordinariamente grande", ha explica Sánchez Zamorano. Junto al presidente de la Audiencia Provincial, estuvieron presentes en el acto de bienvenida tanto Miguel Ángel Pareja, juez decano, como José Antonio Guerra, secretario coordinador de Justicia en Córdoba.

Carolina Aranguren llega del juzgado de Posadas número 3 y, junto al resto de compañeros, permanecerá durante seis meses en la Ciudad de la Justicia, en comisión de servicio. Se establece un plazo de medio año que se puede prorrogar automáticamente si la necesidad sigue siendo la misma. La nueva magistrada ha expresado su ilusión y sus deseos de ponerse a trabajar lo antes posible para sacar adelante el trabajo pendiente.

Una larga demanda

Desde la Ciudad de la Justicia llegaban avisos de un posible colapso del juzgado que instruye violencia de género. La demanda de un refuerzo se remonta a más de un año atrás. Fue en julio del año pasado cuando se dio la instrucción, como han explicado este jueves tanto la titular como el presidente de la Audiencia Provincial, aunque la petición es anterior. Para Sánchez Zamorano, nunca es tarde si la dicha es buena.

La jueza Carolina Aranguren (segunda por la izquierda) junto a personal del juzgado Penal número 6 de Córdoba, encargado de asuntos de violencia de género.

La jueza Carolina Aranguren (segunda por la izquierda) junto a personal del juzgado Penal número 6 de Córdoba, encargado de asuntos de violencia de género. / FRANCISCO GONZÁLEZ

Y, en este caso, la dicha pasa por desatascar el juzgado. En estos momentos, los juicios rápidos mantienen una cadencia que no difiere mucho de la normalidad. En vez de 15 días, los plazos se extienden a tres semanas o un mes. Sin embargo, los procedimientos ordinarios, lejos del año, se están retrasando a 2025 o los primeros meses de 2026.

La idea es adelantarlos y, para ello, cuando las juezas se coordinen, intentarán duplicar los días de señalamientos. Si antes la jueza Revuelta contaba con tres días, la incorporación de Aranguren hará que se señalen juicios durante seis días. "La idea es poder empezar a adelantar cuanto antes mejor, pero hay que volver a hacer nuevas citaciones, reorganizar toda la agenda y el trabajo", ha precisado la magistrada titular.

Un problema progresivo

El problema de la sobrecarga ha ido agravándose progresivamente, según la titular del Penal 6. El covid-19 golpeó a la justicia y, todavía, más tres años después después del surgimiento de la pandemia, se siguen pagando las consecuencias. 

Tanto es así que, este año, se han empezado a señalar en materia de violencia de género asuntos tramitados en 2020 y cerrados en 2021. "Hay que tener en cuenta que el tiempo del covid se paralizó la tramitación de muchas cosas y están empezando a despuntar ahora", ha señalado Revuelta. Para agregar: "Estamos pudiendo enjuiciar ahora lo que fuimos tramitando en 2020. Ahora es cuando estamos empezando a poder señalar". 

A ello, hay que sumar las secuelas de las huelgas en la Justicia. Primero, fue de los letrados de la Administración de Justicia durante dos meses. Y, seguidamente, de los funcionarios, que, en estos momentos, han cesado en su actividad de forma indefinida. Ambas han hecho mella en los juzgados, pero especialmente, ha dicho la jueza del Penal 6, la último, puesto que implica a un mayor número de profesionales. De momento, en su juzgado, son entre 18 y 25 juicios suspendidos.

Desgaste psicológico

Los retrasos y atascos, en función de los órganos judiciales afectados, no repercuten de igual modo a la ciudadanía. En lo que se refiere a violencia de género, por ejemplo, la problemática es más compleja, como coinciden los responsables judiciales. Ya no solo para la víctima, también para la persona enjuiciada.

Por un lado, "para la víctima es muy doloso que no se resuelva", cuenta María Revuelta, porque está sometida a un "desgaste psicológico" que se reproduce a medida que se va acercando el juicio. Pero también pueden estar sometidos a sufrimiento los denunciados, ya que, aunque no estén privados de libertad, pueden estar bajo medidas cautelares.