La última sesión de la semana para el Córdoba CF discurrió con la lógica normalidad de una jornada en vísperas de otro encuentro amistoso, el que espera este sábado ante un rival de la Primera RFEF del próximo curso como el Linares Deportivo (Linarejos, 21.00 horas, PTV). Con el inminente choque en mente edificó la matinal el propio Germán Crespo, diseñando un entreno cargado de trabajo físico, intensidad y un ritmo frenético apenas un par de días después del exigente cruce ante el Villarreal B en El Arcángel.
La rutina de este viernes también vino marcada por el retorno de José Cruz al trabajo de grupo, aunque de forma parcial, además de la ausencia de José Ruiz y los progresos de José Calderón y Willy Ledesma, este último con posibilidad de minutos en Linarejos. La aparición estelar de la mañana se produjo, por otro lado, bajo la figura de Bernardo Cruz -ya como jugador libre-, que tras algunas semanas trabajando en solitario en las instalaciones de El Arcángel, se personó en la propia Ciudad Deportiva para seguir ejercitándose por su cuenta a la espera de un nuevo destino.
Germán Crespo eleva el ritmo
La jornada de trabajo en el Camino Carbonell destapó un ritmo e intensidad más que notables en la plantilla, a la que las semanas de preparatoria comienzan a hacer efecto en las parcelas físicas y tácticas. Tras un breve circuito de activación, el grupo pasó a realizar ejercicios de combinación con el nuevo balón Amberes, pelota oficial de la RFEF para este curso 2022-2023, que fue la gran protagonista durante el primer tramo del entreno en el campo grande de la Ciudad Deportiva. Vistoso visualmente, muy comentado por varios de los jugadores y con un gran trato en su recibimiento debutó el esférico en la matinal planificada por Germán Crespo, en la que el granadino también aprovechó para hacer especial hincapié sobre los factores a mejorar y las conclusiones extraídas tras el pasado encuentro ante el filial amarillo.
Las premisas e indicaciones del granadino abrieron el plan de trabajo para dar cabida a toda una andanada de ejercicios de combinación, rondos, mucha finalización de cara a puerta y pases en cada lance, actividades que fueron culminadas con nota por parte de todos los activos del bloque allí presentes. Las altas temperaturas volvieron a copar su dosis de protagonismo, mientras que un cuadrangular final a campo reducido acabó por atraer todas las miradas. Algunos jugadores como Simo, Carracedo, Felipe Ramos o Carlos Puga pudieron verse realmente inspirados durante ese último tramo, con todo un registro de golazos y jugadas en los primeros, y otra amplia remesa de paradas de mérito por parte del guardameta madrileño.
Bernardo Cruz, una novedad inesperada
La aparición de un buque insignia blanquiverde como Bernardo Cruz, hasta hace un par de meses uno de los capitanes del Córdoba CF, también fue uno de los fenómenos más noticiables en la mañana de trabajo, a la que el defensor llegó con total normalidad tras un verano especialmente complicado y en el que todavía no ha decidido cuál será su próximo destino como futbolista. Primero en solitario, después acompañado por Samu Delgado y finalmente ejercitándose con José Cruz transcurrió la mañana para el ex cordobesista, que a pesar de encontrarse entrenando en las instalaciones de El Arcángel durante varias semanas hasta el momento, se personó por primera vez en la Ciudad Deportiva mientras se ejercitaban sus antiguos compañeros.
Se desconocen cuáles serán los próximos pasos en la carrera del central cordobés, que una vez cerrada su tercera etapa como blanquiverde todavía no ha aclarado su futuro. Durante el pasado curso disputó un total de 17 partidos, 1.040 minutos y anotó un gol, registros determinantes de cara a la consecución del ascenso del equipo con más de un mes de antelación. Su aportación se antojó clave durante el último tramo de la temporada, en la que la enfermería blanquiverde volvió a encontrarse repleta de inquilinos procedentes de la parcela defensiva. Desde ese contexto cogió fuerza Bernardo, dejando los últimos destellos y detalles sobre un El Arcángel al que tras su marcha todavía no cierra la puerta para un futuro.
