Que nada volverá a ser como antes está más que claro en el Córdoba CF, que echó el cierre a su actividad deportiva y anda metido ahora en una remodelación interna de hondo calado. A día de hoy no hay intocables en el staff de la entidad blanquiverde, que ya ha vivido sus primeras salidas. El proyecto de la 21-22 en la Segunda RFEF está absolutamente condicionado por el nuevo escenario. Si en el pasado curso el objetivo era regresar al fútbol profesional y se terminó descendiendo, no hace falta insistir en la necesidad de escalar rápidamente para evitar la intrascendencia y la ruina.

El primero en decir adiós fue el secretario técnico, Rafa Sánchez, que se marchó al Albacete Balompié. Después llegó la dimisión de Miguel Valenzuela, el arquitecto de toda la estructura deportiva del Córdoba en el curso 20-21. «Hizo un trabajo impecable», dijo ante la prensa Adrián Fernández, consejero y principal valedor del ya ex asesor deportivo del club. Fernández, hombre clave en la captación de jefes para la estructura deportiva, mantiene la confianza en la figura de Juan Gutiérrez Juanito -también la tenía en en Valenzuela, que se fue por voluntad propia aduciendo «coherencia»-, por lo que la continuidad del gaditano ha ido cobrando fuerza. El dedo acusador de la culpabilidad se ha dirigido, de manera clara, al núcleo de jugadores. La plantilla - y las piezas heredadas- quedó señalada y la reconstrucción será casi total, ¿Quién la hará? ¿Con qué entrenador? ¿Bajo qué parámetros económicos? Todas esas preguntas se deberían resolver en los primeros días de junio, cuando los propietarios de Baréin marquen la guía.

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Germán Crespo empuja una portería en la Ciudad Deportiva. Manuel Murillo

Todo está ahora en el aire. Desde la permanencia de Germán Crespo -que no ha disimulado sus deseos de seguir- en el banquillo o la llegada o no de un nuevo director deportivo -Vizcaíno fue contactado-, hasta la entrada de un director general financiero, con el nombre de Luis Yáñez -ahora en el Rayo, con propuesta blanquiverde reconocida- sobre la mesa. Salen a relucir propuestas, se revelan contactos y cada cual hace sus propuestas en el típico sudoku veraniego de los clubs que fracasaron el curso anterior. González Calvo se reunirá con los dueños de Baréin. Y ahí empezará la rueda a girar de nuevo.