INCENDIO FATAL

Una década de polémicas en la discoteca de la tragedia de Murcia: acusaciones de estafa y "deudas de hasta 400.000 euros"

Dos empresas vinculadas con el actual dueño de la sala Teatre, Juan Inglés Rojo, y una tercera sociedad del anterior propietario, Marcos Andrés Martínez Alcázar, han protagonizado desde 2013 diferentes irregularidades

Fachada de la discoteca Teatre en las Atalayas tras el trágico incendio.

Fachada de la discoteca Teatre en las Atalayas tras el trágico incendio. / L.O.M.

Tono Calleja Flórez

El trágico incendio que tuvo lugar la madrugada del 1 de octubre en las discotecas Teatre y Fonda Milagros, ubicadas en la zona de la capital murciana de Atalayas, ha dirigido el foco hacia la gestión de estos locales de ocio, que permanecían abiertos pese a no tener concedida una licencia de apertura, según denunció el Ayuntamiento de Murcia. Sin embargo, portavoces de ambos locales han negado cualquier irregularidad.

Al frente de la discoteca Teatre ha habido al menos tres empresas, Teatre Murcia SL y Grupo Cool Levante SL, cuyo administrador único en ambos casos es Juan Inglés Rojo; y la Gintonería SL, de Marcos Andrés Martínez Alcázar. Este último empresario ha rechazado tener cualquier responsabilidad en la sociedad que ahora controla Teatre, una de las salas de fiesta siniestradas. Sin embargo, las tres firmas tienen su sede social en la misma dirección de la discoteca: la Calle Isla Cristina número 6 de Murcia.

Las fuentes del Consistorio murciano consultadas por este diario apuntan que estos cambios en la propiedad de la discoteca llegaron incluso a asombrar a los propios técnicos municipales, que en 2017 no pudieron ejecutar el cierre del local. Cuando los funcionarios públicos acudieron para precintar el edificio, los dueños de la sala ya no eran los mismos que habían sido sancionados.

Detenido y finalmente absuelto

El empresario que gestiona desde septiembre de 2018 la empresa Teatre Murcia SL, que explota la discoteca del mismo nombre, es Juan Inglés Rojo. Este empresario es dueño de hasta una decena de empresas, pero también fue socio de la prestamista Omarcux, que terminó por costarle la vivienda a algunas personas que pidieron dinero con altos intereses para pagar deudas.

Los locales de Murcia afectados por el incendio.

Los locales de Murcia afectados por el incendio. / EFE

Por este motivo, Inglés Rojo llegó a permanecer en prisión provisional acusado de estafa y apropiación indebida. Sin embargo, fue absuelto en 2018, tal y cómo adelantó La Opinión de Murcia, del grupo Prensa Ibérica. Este diario murciano también informó de que el local Flamingoville de San Pedro del Pinatar en el que se originó un incendio en 2019 estaba relacionado con Inglés Rojo. 

Asimismo, la Fiscalía ha pedido seis años de prisión y una multa de 3.600 euros para Inglés Rojo por estafar 401.000 euros, presuntamente, a seis inversores que le confiaron sus ahorros con la promesa de recibir elevados intereses.

Las conclusiones provisionales del fiscal señalan que a cambio del dinero que recibía de los ahora denunciantes, el acusado, presuntamente, les entregaba pagarés supuestamente falsos y respaldados por garantías hipotecarias inexistentes, con lo que aquellos no pudieron recuperarlo, según informa Efe.

Cool Levante

El registro mercantil evidencia que Inglés Rojo es todavía administrador único de Grupo Cool Levante SL, pese a que la sociedad no tiene actividad desde 2015. Esta firma se encargó desde 2013 de la gestión de la discoteca Teatre, tal y como indica una sentencia de la Audiencia Provincial de Murcia de 5 de febrero de 2020, a la que ha tenido acceso esta redacción.

Precisamente, el testimonio de un directivo de Grupo Cool Levante fue vital para que los magistrados absolvieran a Martínez Alcázar de los delitos de estafa y alzamiento de bienes por los que se sentó en el banquillo de los acusados de la Audiencia murciana. En su comparecencia en el juicio, un testigo aseguró que llegó a un acuerdo con Martínez Alcázar para explotar la discoteca Teatre. Sin embargo, el control real de la gestión de la discoteca lo seguía manteniendo Martínez Alcázar, completó el testigo, tal y como recoge la sentencia.

Bomberos de Murcia trabajan frente al Teatre, en la zona de ocio de Atalayas, donde ocurrió el incendio.

Bomberos de Murcia trabajan frente al Teatre, en la zona de ocio de Atalayas, donde ocurrió el incendio. / EP

El anterior dueño de Teatre y los responsables de Grupo Cool Levante SL acordaron las condiciones sobre la participación en los beneficios. Y al cabo de un año, siempre según la versión del testigo que se encargaba de los cierres de caja de la discoteca, abandonaron el negocio: "Nos fuimos al no tener el control económico sobre la empresa", "tuvimos que salir de allí como pudimos", "me consta que la gente que entró después a gestionar ha pasado malos momentos también", declaró en el juicio.

Hasta 400.000 euros

El testigo referido, a preguntas de la fiscal, afirmó que el problema del negocio no era tanto "que no fuera capaz de dar dinero, sino que no era capaz de generar dinero para todo lo que tenia detrás". Reconoció que "Teatre tenía muchísimas deudas, por un valor de 300.000 o 400.000 euros" y que no eran capaces de generar una solvencia suficiente.

La sentencia de 2020 incluye entre sus hechos probados que Martínez Alcázar, dueño de las firmas La Gintonería y Lámpara de Carburo, ya había sido condenado el 16 de febrero de 2012 a tres meses de multa por un delito de defraudación al consumidor.

Los empresarios que se querellaron contra Martínez Alcázar denunciaron en el juicio que la empresa La Gintonería no presentaba las cuentas anualesa, al mismo tiempo que había sido objeto de una declaración "de fallido de la Agencia Tributaria de Murcia por incumplimientos fiscales". También fue considerada "insolvente de forma provisional por el Juzgado de lo Social número 2 de Murcia".

Ocultamiento

Los denunciantes, para apoyar su querella por alzamiento de bienes, declararon que desde el verano de 2013 el control de Teatre lo llevaba Martínez Alcázar, "pero a través del Grupo Cool Levante, ocultando que era el acusado el verdadero propietario. Podemos ver la presencia constante del acusado en Teatre pese a su intención de interponer a terceras empresas y/o empresas en la gestión del mismo para dificultar o impedir cualquier actuación de cobro", dijo de forma textual el testigo de la acusación.

La Gintoneria solicitó la marca Teatre, que consiguió en 2017. El mencionado testigo de los querellantes completó en el juicio que ni la Gintoneria ni su dueño, Martínez Alcázar, habían dejado de tener "una relación directa con la sala Teatre pero sí ha interpuesto a terceras personas", en este caso Grupo Cool Levante, "cuando en realidad esa empresa estaba controlada por él, pero figuraba otro titular", concluyó.

Sin embargo, el relato de este último testigo de la acusación no fue tenido en cuenta por la Audiencia murciana, que absolvió a Martínez Alcázar de los delitos de estafa y alzamiento de bienes. Fuentes cercanas a este empresario han rechazado, a preguntas de El Periódico de España, que haya cualquier vínculo entre Martínez Alcázar y los actuales gestores de la discoteca Teatre. En este sentido, rechazan cualquier responsabilidad de este en relación con el incendio que provocó la muerta de 13 personas en Murcia. Las citadas fuentes han confirmado la intención de este empresario de emprender acciones legales, si fuera necesario, contra quien le vincule al siniestro ocurrido en la capital de la Región de Murcia.