2022: año agridulce

El mandato inicia la cuenta atrás y, como en las mejores películas, el argumento se ha complicado para los protagonistas al final del metraje. 2022 no ha sido un año fácil para el alcalde de Córdoba, José María Bellido, por más que la súpervictoria del PP en las elecciones andaluzas del 19J (7 de los 12 parlamentarios cordobeses son populares) se interpretara en junio como bello preludio de lo que estaba por llegar en las municipales. Queda ya lejos para el regidor la victoria con la que Juanma Moreno igualó en Andalucía la gesta de Felipe González en el 82 y de la que los socialistas --sin, torpeza, Alfonso Guerra-- celebraron 40 años en octubre.  

En Córdoba, el gobierno local de PP y Cs ha sufrido este año dos impactos en su línea de flotación: por un lado, los efectos de la laminación de la marca naranja y la fragilidad de su propuesta política tras los comicios autonómicos, y por otro, la evolución del caso Infraestructuras con dos causas en los juzgados y una derivada política. Esta última variable culminó con la imputación de David Dorado en diciembre. Mientras los tribunales investigan lo que ocurría en la delegación a cuenta de los contratos, en Capitulares se ensaya desde el verano una nueva aritmética que encajona al equipo de Bellido en la fragilidad numérica del 13 (99 ediles del PP y 4 de Cs) contra 16 concejales en la oposición, lo que tampoco le ayudará a culminar el mandato. El PSOE le ha pedido en varias ocasiones que corte con Cs.

En el lado de la gestión, el equipo municipal ha obtenido varios logros como el fin de obra y la apertura del Centro de Exposiciones (otro cantar es su comercialización), que Caballerizas (vía expropiación) y la Farmacia militar (vía alquiler con opción a compra) pasen a manos de la ciudad o que el Alcázar vuelva a contar con un espectáculo nocturno después de tres años. Asimismo, se han ido cumpliendo, con alguna demora, los plazos de la base logística del Ejército y se aprobó la cuarta rebaja fiscal. Por contra, la oposición afea al alcalde la escasa ejecución presupuestaria, el abandono de los barrios y la falta de mantenimiento en el día a día en la ciudad.

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