Opinión | ritmo de vida

Manuel Enríquez Becerra

Cuando nos hacemos mayores

Cuando nos hacemos mayores, nos cambia el ritmo de vida. La vida se hace más monótona y vivimos todos los días iguales, sin tener una responsabilidad de un trabajo. Nos hacemos socios de los centros de día que tiene La Junta de Andalucía en distintos lugares del territorio andaluz para personas mayores y jugamos al dominó o a la brisca, matando el tiempo, día tras día, y así pasamos los días hasta que Dios quiera. Vivimos una vida más relajada que cuando trabajábamos, los meses pasan rápidos y esperamos el día para cobrar la pensión de la Seguridad Social, porque para eso contribuimos al sistema de pensiones cuando estábamos en activo en nuestros trabajos. Y así transcurre nuestro tiempo relajados un día tras otro. Nos reunimos con nuestra familia todo aquél que viva solo, como es mi caso, cada diez o quince días al mes, para vernos. Y la vida es una monotonía un día tras otro, hasta que nos llegue la hora de partir hacia la vida eterna.