Opinión | La cafetera de Aspasia

Kate, simulacro o verdad

«La fotografía, más que nunca, ha dejado de ser un lugar de consignación de la verdad»

En el año 2009, un artista español ganó el prestigioso Premio ‘Veolia Environnement Wildlife Photographer of the Year’ (algo así como el Nobel de la fotografía de naturaleza salvaje) con la imagen de un espectacular lobo ibérico saltando una verja con las patas delanteras agazapadas al cuerpo, en mitad de la noche, en pleno salto, listo para el posterior ataque. La fotografía lo mostraba antes de descender, con una espectacular mirada fija en un punto concreto. La imagen era perfecta.

Creo recordar que fue la primera vez en la historia que un español ganaba este premio. Lamentablemente, a los pocos días, el premio fue retirado. ¿Los motivos? Parece que la imagen se sirvió de un lobo que estaba amaestrado; decían que tenía hasta nombre, llegando incluso a identificarle. Lo detectaron, entre otras cosas, porque parece que ese espectacular y perfecto salto no forma parte de la naturaleza de los lobos salvajes. Lo que tiene sentido si lo pensamos... si fuéramos lobos entrando a hurtadillas en una granja... ¿saltaríamos para que nos vieran? Parece que no es lo habitual, sino que se cuelan escarbando por abajo.

La importancia del relato en la imagen se ha vuelto fundamental, imprescindible, en nuestra actualidad, debido a la enorme desinformación que recibimos diariamente a través de las fotografías, principalmente. Por ello, el daño que ha realizado Kate Middleton a la Corona Británica puede ser importante. Sin modificar la imagen, el relato cambiaría enormemente si planteamos que es la inocente fotografía de una madre aficionada a esta técnica que se le ocurre ‘tontear’ con Adobe Photoshop a si --por el contrario-- es la imagen de una madre que quiere mentir conscientemente sobre su estado físico o de salud. La fotografía, más que nunca, ha dejado de ser un lugar de consignación de la verdad. Entonces, a partir de ahora, con la irrupción de la inteligencia artificial... la imagen fotográfica ¿de qué queremos que sea depósito? Institucionalmente, al menos, parece que debería ser de verdad, de cierta honestidad. La inteligencia artificial miente por defecto, vive en la ficción, por lo que parece fundamental que la veracidad sea exigible a las personas, ya que la el algoritmo no nos la va a poder ofrecer. Jamás.

*Artista y profesora de la Universidad de Sevilla

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