Opinión | hoy

Una bella pantomima

«Vosotros veíais crecer la corrupción, y callabais, o peor: hablabais mirando a otra cosa»

¡Estamos apañados! Pues no resulta ahora que, de pronto, vamos muy mal, que hasta aquí hemos llegado, que si por aquí, que si por allí, y venga a amagar y no dar golpe. Ahora, a hacerse los escandalizaditos. Como si la cosa viniese de ayer. Con esas poses de no haber roto nunca un plato. Y ahora, ¡hala!, a protestar todos los que organizabais el cotarro. Ahora, todos los que andabais hechos mieles, a simular haceros hieles. Y vengan aspavientos de muy indignaditos. Pero, sobre todo, a seguir practicando eldonde digodigo, digo Diego, o a callar como ratas que siempre andan husmeando para ver dónde hay comida. Y que si esto no lo aguanto, y que si me rebelo, ¡y venga la palabrería de siempre! ¡Pues qué bien! ¡Qué poca memoria queréis que tengamos los que hemos estado silenciados durante cuarenta años, tapándonos la nariz para poder respirar sobre este estercolero que ibais acumulando! Pues ahora os preguntamos: ¿Cómo os vais a rebelar? ¿Os vais a borrar de vuestro partido político, que sostenéis con vuestro silencio y vuestro acatamiento? ¿Os vais a encadenar a alguna reja durante un par de horas, mientras duren las fotos de la prensa? ¿Os vais a poner en huelga de hambre... durante un par de días? Vosotros os presentasteis como los paladines de la democracia, la libertad, el progresismo; vosotros, con vuestros escritores, periodistas, entrevistadores, tertulianos, cineastas costeados, costeados con nuestro sudor, con nuestra vida perdida guardando tantas colas y administrando tantas vergüenzas y penurias. Vosotros creasteis esta atmósfera de que quien no piense al dictamen de las dictaduras de vuestro dictador, quien no escriba a vuestro dictado, quien no hable a vuestro dictado, quien no salte a vuestro pito es un retrógrado, y aislabais en un campo de ignominia a cualquiera que no os riera vuestra amasadura. Vosotros veíais crecer la corrupción, y callabais, o peor: hablabais mirando a otra cosa. Vosotros, que jugáis siempre a todos los palos, siempre con las cartas marcadas, siempre con un as bajo la manga, siempre con la imagen bien calculada y bien medida. Pero vosotros sólo sois la pantomima de un pueblo que os elige acomodado en la mentira, en el puro egoísmo de vivir sin importarle nada de lo que suceda más allá de su molicie.

*Escritor

Suscríbete para seguir leyendo