Opinión | guadalquivir

Memoria

La selección española de fútbol femenino se enfrentó a la selección francesa en un partido memorable, el 6 de marzo de 1988, en el estadio municipal de Palma del Río. Aquel partidazo, entre España y Francia, despertó un enorme interés entre los aficionados al deporte reina femenino, así como entre la población en general. La Real Federación Española de Fútbol eligió la ciudad palmeña para un encuentro clave para la fase previa de la Eurocopa de Naciones femenino. Las entradas se agotaron, siendo la más cara de 500 pesetas y la más barata de 100. La expectación era máxima para animar a las jugadoras españolas. Aquella mañana, al mediodía, saltaron las deportistas de ambas selecciones y el estadio rugió ante un hito deportivo tan trascendente.

La selección titular española la formaba Ana, Ruiz, Pubill, Ángeles, Geli, Benito, Paloma, Milagros, Yolanda, Artola, Inma y Gaitero; las suplentes fueron Bakero, Marimar, Nuria Sala, Silvia y Casares. El entrenador español era Teodoro Nieto, primer técnico del equipo nacional femenino entre 1982 y 1988. La selección española luchó con ahínco, pero al final se impusieron las francesas con el resultado de España 1, Francia 3. Aquellas mujeres fueron un ejemplo fundamental para iniciar el camino de su inclusión en el fútbol español. Su categoría deportiva quedó suficientemente demostrada y Córdoba escribió una página de respeto, admiración y apoyo a las mujeres en la práctica de un deporte siempre considerado de hombres. Cuando pudimos ver su conquista de la copa del mundo hace unos días, recordé que esas campeonas se sustentan sobre aquellas pioneras del fútbol femenino.

El esfuerzo realizado por responsables deportivos, la lucha titánica de las jugadoras que han soportado todo tipo de vejaciones y la sociedad española altamente comprometida con los valores de igualdad e inclusión de la mujer en todas las estructuras, han permitido este cambio tan significativo en el mundo del fútbol, y por extensión, a todos los niveles donde hombres y mujeres convivimos. Habrá, aún, obstáculos que vencer, humanos, legislativos, culturales... pero se impondrá el cambio de mentalidad y la conquista del futuro. Sobre bases sólidas se construyen alternativas de futuro.

* Doctor en Historia

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