Opinión | No me digas...

Bastones y falta de agua

«Siguen muchos pueblos anclados en ciertos intereses personales, en vez de en la resolución de sus problemas»

Pues no estuve en lo cierto la semana pasada cuando, en este espacio, afirmé que José Ignacio Expósito, alcalde (PSOE) saliente del ayuntamiento de Peñarroya-Pueblonuevo, no había recogido su acta de nuevo concejal de Socialistas Independientes —tras su abandono del PSOE— para no tener que entregar el bastón de mando al nuevo alcalde, su rival, Víctor Pedregosa (PSOE), quien le había desbancado como candidato y que había sido concejal en su equipo de gobierno, habiendo alcanzado el puesto de secretario local a raíz de un asunto de sospechosas afiliaciones masivas, según denunció Expósito en su momento. No, no renunció al acta Expósito por ese motivo, ya que marca la normativa que quien entrega el bastón al alcalde electo no es el primer edil saliente, sino la persona de mayor edad de la mesa en el acto de investidura. Pues nada, aclarado. No obstante, siguen las sospechas sobre José Ignacio Expósito en lo que se refiere a los motivos reales que le han llevado a no firmar su acta de concejal por su nueva formación «SÍ Peñarroya». Los oficiales hablan de haber llegado a la conclusión de que el pueblo no le quería en el puesto (ha recibido sólo dos concejales de un total de diecisiete) y no querer protagonizar seguramente lamentables espectáculos de enfrentamientos como ya hubo en el pasado en los que se vieron inmersos otras personas. Motivos extraoficiales sin confirmar, y que ya se han difundido en las redes sociales, hablan de una hipotética puerta giratoria para Expósito, quizás como futuro directivo de una fundación de la zona norte de la provincia. En cualquier caso, hechos como éste vienen a demostrar fehacientemente lo encanallada que anda incluso la política y la gestión municipal en un pueblo que, en vez de ponerse a reclamar sus derechos, sigue adormilado padeciendo la sequía y al cual se le ha penalizado tras las elecciones municipales con una drástica reducción del reparto ambulante de agua, con la restricción de horarios y volumen, precisamente cuando el verano ha comenzado con todo su rigor. Siguen muchos pueblos anclados en ciertos intereses personales, en vez de en la resolución de sus problemas.

*Escritor @ADiazVillasenor

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