Opinión | NO ME DIGAS...

Descortesías y descorteses

Bastante andan revueltas ya las aguas de la política nacional como para trasladar a los municipios las disensiones personales. Ejemplos hay en todo el mundo de cómo, en ocasiones, la rivalidad política acaba traduciéndose en descortesía democrática cuando los protagonistas del candelero confunden la velocidad con el tocino, cuando mezclan la legítima confrontación política con la animadversión personal, olvidando con ello que quien ostenta un cargo público deja de ser en parte él mismo, o ella, para convertirse en un representante de los demás, y, ojalá, en un líder al servicio del resto. Hay casos de sobra de descortesía como consecuencia de la aludida animadversión personal; unos son trágicos; otros, tragicómicos, otros, cómicos. Por ejemplo, fue una estampa trágica, tragicómica y cómica a la vez ver al candidato de Junts (que a los charnegos se nos hace difícil de distinguir de las otras formaciones catalanas) a la alcaldía de Barcelona, Xavier Trías, diciéndole al resto de la Corporación municipal «que os den a todos», por no haber sido investido como alcalde en lugar del socialista (o lo que quiera decir eso en Cataluña) Jaume Collboni. Dicen en las noticias que, en algunos pueblos, los alcaldes salientes se han rebotado muchísimo por no volver a ser entrantes y no han asistido a la transmisión de poderes; por ejemplo, en Peñarroya, donde el ex, José Ignacio Expósito (exalcalde y exdel PSOE, y ahora candidato de SÍ Peñarroya), ni siquiera recogió su acta de concejal, ello le liberó de estar obligado en el pleno de investidura a entregar el bastón a quien le disputó y ganó la secretaría local del PSOE y que ya es el nuevo alcalde socialista, Víctor Manuel Pedregosa. Esto tan feo ocurre en otros niveles, por desgracia, ya digo, debido a enfrentamientos que sobrepasan la cortesía democrática. La peronista Cristina Fernández no traspasó el poder al conservador Mauricio Macri en Argentina, quien sí se lo pasó a su vez al peronista Alberto Fernández en la siguiente vez. También Donald Trump dio el cante cuando perdió ante Joe Biden. Descorteses, esperpentos ególatras, rencorosos redomados. Aprendices de demócratas.

* Escritor @ADiazVillasenor

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