Opinión | BRISAS

Los dos atentados contra Hasan II

Seguí muy de cerca los acontecimientos ocurridos en Marruecos durante los veranos de 1971 y 1972. El rey Hasán II estuvo a punto de ser destronado. Ejercía yo la jefatura de Internacional en ‘Nuevo Diario’ y no olvido las palabras de Salvador López de la Torre, entonces su director: «Tenemos que estar a favor del rey. Las relaciones con Marruecos son una prioridad de la política exterior de España». Recuerdo aquel 10 de julio de 1971. Un grupo de militares atentaron contra el rey Hasán II durante una recepción en el Palacio de Sjirat. Noticias posteriores anunciaban que el golpe de Estado había sido abortado. La guardia personal del rey, casi a empujones, logró introducirlo en los aseos. Pero el empeño en derrocar la monarquía e implantar una república controlada por un grupo de militares, no cesó pese a la represión llevada a cabo. Un año más tarde, el 16 de agosto de 1972, regresaba Hasán II de París en un Boeing de las Fuerzas Aéreas Marroquíes. Cuando el avión sobrevolaba la vertical de Tetuán, aparecieron seis cazas que aparentaron escoltar el avión donde viajaba el Rey. No está muy claro por qué no fue derribado pese a los disparos lanzados desde los cazas. El avión logró aterrizar en el aeropuerto de Kenitra. Y en aquel momento empezó la gran represión. El primero en caer, acribillado a balazos ante el rey, fue el general Ufquir. Se había mostrado muy benevolente con los instigadores del golpe de 1971. Tras la política zigzagueante de Pedro Sánchez, hay que recordar cómo Juan Carlos contribuyó a mantener buenas relaciones con Marruecos. Incluso se llamaban hermanos ambos reyes.

 ** Periodista

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