La Navidad ya inunda cada rincón de Andalucía. Los mercados navideños, el espectáculo de las luces de Navidad, los dulces típicos de la época, los villancicos y zambombas, o los belenes son algunos de los atractivos para recorrer y disfrutar de diferentes destinos en la comunidad autónoma.

Con el espíritu navideño a flor de piel, os proponemos un recorrido por siete puntos de Andalucía que destacan por vivir estas fiestas de una forma especial.

Avisamos de que son solo una pequeña muestra de los miles de ejemplos que podemos encontrar en la geografía andaluza. Digamos que una propuesta para vivir el espíritu de la Navidad de Andalucía.

La ruta del mantecado: de Estepa a Antequera, pasando por Medina Sidonia

¿Qué es una Navidad sin llevarse a la boca un mantecado o un polvorón? En Andalucía se pueden encontrar muchos obradores de referencia en el arte del mantecado, pero en esta ocasión nos detenemos en tres municipios clásicos de los dulces navideños.

La localidad sevillana de Estepa es considerada por muchos como el paraíso de los mantecados. Tanto es así que hay quien asegura que el olor a estos dulces se respira en el aire de la localidad desde que empieza la preparación de la campaña de Navidad de cada año a principios de verano. La fábrica de La Estepeña ofrece visitas a sus instalaciones y La Colchona es otro de los referentes del lugar.

Elaboración de los mantecados en Antequera.

Y de Sevilla a Málaga, para recalar en Antequera, famosa por la elaboración artesanal de sus mantecados. Cortadillos, hojaldradas, alfajores, roscos, polvorones, mazapanes son algunas de las delicias que se pueden disfrutar en esta localidad, epicentro de Andalucía, donde el obrador de La Perla o La Antequerana son citas obligadas.

Completa el trío de esta ruta la localidad gaditana de Medina Sidonia, cuna del alfajor. Un dulce de tradición árabe, con muchos siglos de historia, presentes en muchos surtidos navideños. No en vano se convirtió en el primer producto de repostería andaluza en conseguir la Indicación Geográfica Protegida en 2005.

Rute: anís y un belén de chocolate

Seguimos endulzando el paladar con una visita a Rute en Córdoba, pueblo navideño por excelencia gracias a sus mantecados, licores (especialmente el anís) y el chocolate. Y es que su Belén de chocolate, elaborado por Galleros Artesanos, es ya un clásico de la Navidad en Andalucía y un plan perfecto para disfrutar en familia.

En la localidad cordobesa, junto al Belén incluido en el Museo del Chocolate, es imprescindible la visita al Museo del Anís, de Destilerías Duende, y al Museo del Azúcar, de La Flor de Rute.

El belén de chocolate de Rute en una imagen de archivo.

Las luces de la calle Larios y de Puente Genil

Seguimos con clásicos y nos vamos a la capital de la Costa del Sol. Desde hace unos años Málaga se ha erigido por méritos propios como uno de los referentes para los amantes del alumbrado navideño. Su espectáculo de luces de Navidad en la calle Larios genera miles de visitas cada temporada y forma ya parte del imaginario de las navidades andaluzas.

No en vano, recientemente Málaga ha sido seleccionada como una de las ciudades europeas con las luces navideñas más bonitas, según un portal especializado. Una selección en la que la ciudad andaluza es, junto a Madrid, la única representante española.

Y como hablar de luces de Navidad en Andalucía sin visitar Puente Genil, cuna de Iluminaciones Ximénez, la empresa pontanesa encargada de iluminar la Navidad en las ciudades más relevantes del mundo y que, como no podría ser de otra forma, es la encargada de las luces de la localidad cordobesa.

Ya es Navidad en Puente Genil

Ya es Navidad en Puente Genil

Al ritmo de la zambomba de Jerez

Terminamos el recorrido con música y si hay un sonido característico y singular de la Navidad andaluza ese es la zambomba de Jerez. Declarada Bien de Interés Cultural en 2015, los orígenes de esta peculiar fiesta navideña se localizan en las convivencias que se organizaban en los patios de las casas de vecinos, donde se compartían viandas, vinos y cantes cuyas letras y ritmos formaban parte de la cultura popular. Pero en Jerez, la mezcla de esos compases tuvo en el flamenco su hecho diferenciador y que llega hasta la actualidad.