Dos agentes de la Policía Nacional han sido condenados por la Audiencia Provincial de Palma por delito de torturas graves y una falta de lesiones a tres años de prisión, nueve años de inhabilitación absoluta y dos meses de multa a cada uno de ellos.

Los hechos se remontan a agosto del 2009, cuando policías nacionales fuera de servicio se vieron involucrados en una pelea en el aparcamiento de la Jefatura Superior de la Policía Nacional en Palma. Según el relato de hechos probados, un inspector acudió tras el incidente a la comisaría, donde maltrató a uno de los detenidos, le insultó y le encañonó con la pistola simulando una ejecución.

El segundo policía ha sido condenado por haber estado presente y hacer caso omiso. Contra este auto cabe recurso de casación ante el Supremo.