El Ángel Ximénez vende cara su derrota ante el Bada Huesca

Adiós al cartel de invicto. El Ángel Ximénez Puente Genil cedió (32-31) su primera derrota en la temporada 23-24 en la Liga Asobal en Huesca, una pista en la que tradicionalmente se le complicaron las cosas. Esta vez no fue menos. Como en una maldición, los problemas se iniciaron pronto. Cierto es que se los provocó el mismo equipo cordobés, que salió con poca tensión y menos acierto.

El partido fue una tortura para el Ximénez en el arranque, que resultó pleno de aciertos para el Bada Huesca en las dos áreas. El meta Leo Tercariol estuvo soberbio y en ataque Dija y Adrián Pérez tuvieron eficacia para llevar las rentas a un 7-2 inquietante para los de Paco Bustos, que no terminaban de encontrarse en la pista. 

Con un 10-4, el debutante Mams Keita salió para revolucionar el juego y tras un par de goles acercó a los suyos. Secundado por Luisfe y Jung, el Ximénez se colocó con 11-9 y Nolasco tuvo que pedir tiempo muerto. Un arreón local liderado por Dija llevó el tanteo a un 15-11 en el descanso.

A pico y pala

El Ximénez no se rindió. Su actitud fue lo mejor cuando las cosas no le funcionaban. Los pontanos seguían marchando por detrás en el marcador y se esforzaban por mantener la diferencia en un margen razonable para conservar la esperanza. Poco a poco, a pico y pala, se ganaron su derecho a opositar al triunfo. Las intervenciones del veterano portero De Hita y una buena racha de Arsenashvili y Boskos llevaron el tanteo a un 22-20.

Sin embargo, no hubo manera. Frank Cordies y Dija siguieron pegando con sus goles a un Ximénez que mantenía su rebeldía ante la situación. Bernabéu y Boskos llevaron el marcador a un 31-29 a falta de menos de dos minutos, forzando un tiempo muerto local. El pleito estaba en ebullición. Mams Keita acercó a los pontanos a un gol (31-30), pero Mosquera replicó con presteza. El tiempo muerto de Bustos no provocó el milagro. Boskos marcó, pero no hubo remontada: 32-31. La imbatibilidad terminó. La vida sigue.

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